Saludos a toda la comunidad de #venezolanossteem, en especial a sus incansables timoneras @marcybetancourt y @solperez. Una vez más me uno a este reto de escribir a propósito de obras pictóricas. En esta semana cinco he escogido la pintura "El rosario", de Beatrice Offor.

Como siempre llego a la iglesia a las seis de la mañana. Me arrodillo ante las imágenes de dos desconocidos. Nunca me he preocupado por saber quiénes son. Antes de que mi vida se convirtiera en un eterno funeral, solo me interesaban los colores y los pinceles.

Pero de un tiempo para acá, los santos son los únicos que me prestan atención, que me ven compasivamente, que entienden mi deseo de no querer vivir más.

Mamá tuvo nueve hijos, uno tras otro, saludables, risueños, llenos de vida. Yo tuve uno, pálido como una flor de invierno, débil como un anciano, y al poco tiempo murió; luego tuve otro, que corrió con la misma suerte. No pude ser la mamá que siempre soñé ser. Se murieron mis hijos y no tenía a quién contarles mi dolor, solo mi esposo me escuchaba, callado y compasivo.

Pero un día sus oídos se apagaron también, y ya no tuve a quién más contarle mis penas. Solo a esos dos señores que me miran queriéndome dar abrigo. Y, entonces, yo tomo mi rosario y rezo una y mil veces por los que no están, y lloro, sola, solita, en silencio; la gente me mira con lástima, y ya no quiero sentirme así.

Yo confieso ante Dios,
Todo poderoso, que he pecado,
de pensamientos, palabras y obras.

El tiempo ya no cuenta para mí. Se ha detenido en medio del mar. He pintado un ramo de rosas para mis muertos; con mi misma sangre he tatuado su recuerdo en mi corazón.

Invito a mis amigos @albenis, @adeljose y @inspiracion. Aquí la información

Nota: Publicación configurada para beneficiar con el 15% a la comunidad.