¿QUE HACES ANTE EL DESANIMO?
A todos nos ha pasado, en momentos de nuestras vidas nos hemos sentido desanimados.
¿Pero que haces cuando el desanimo toca tu puerta?
Muchos se echan a dormir, dejan de hacer lo que es su deber; otros se les endurece el corazón.
La biblia relata una historia de un hombre que entró en desanimo su nombre era ASA.
lo cierto es que a causa de la desobediencia hubo mucha hambre en el pueblo de Israel, tanto que prácticamente el pueblo estaba desangrando al pueblo.
Cierto profeta direccionado por el Espíritu de Jehová dijo las siguientes frases.
2 Crónicas 15:7-8
[7]Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.
[8]Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.
Hoy te invito a que cobres ánimo, que no desfallezcan porque recompensa hay para tu trabajo.
Aquí te comparto el capitulo.
2 Crónicas 15:1-19
[1]Vino el Espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed,
[2]y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.
[3]Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios y sin sacerdote que enseñara, y sin ley;
[4]pero cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos.
[5]En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras.
[6]Y una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades.
[7]Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.
[8]Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.
[9]Después reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos los forasteros de Efraín, de Manasés y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que Jehová su Dios estaba con él.
[10]Se reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asa.
[11]Y en aquel mismo día sacrificaron para Jehová, del botín que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas.
[12]Entonces prometieron solemnemente que buscarían a Jehová el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma;
[13]y que cualquiera que no buscase a Jehová el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer.
[14]Y juraron a Jehová con gran voz y júbilo, al son de trompetas y de bocinas.
[15]Todos los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su corazón lo juraban, y de toda su voluntad lo buscaban, y fue hallado de ellos; y Jehová les dio paz por todas partes.
[16]Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón.
[17]Con todo esto, los lugares altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días.
[18]Y trajo a la casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo que él había consagrado, plata, oro y utensilios.
[19]Y no hubo más guerra hasta los treinta y cinco años del reinado de Asa.