Soldados en acción / Soldiers in action
SPANISH VERSION
Hace un tiempo un anciano de mi congregación nos contaba acontecimientos de su vida en relación al servicio militar, contaba que el instructor le decía, tu papá, tu mamá, tu mujer, es este rifle, tu vida depende de que tan hábil sea con él, en un enfrentamiento tu eres el enemigo, ellos son nuestros enemigos y son muy astutos, estudian nuestros movimientos, crean estrategias para estar a un paso de nosotros y si lo logran vencerán. decía ese instructor me enseño la importancia de tratar los peligros que corre un soldado en la guerra, encaro la necesidad de estar alerta y preparado, aprendió a anticiparse a las estrategias del enemigo, que este aguardaba los momentos de mayor debilidad para atacar.
Mientras hablaba pensaba esta historia la podemos relacionar efectivamente con lo que nos enseña las sagradas escrituras. Esta nos enseña que debemos velar, estar preparados en su palabra para no pecar, Dios nos ha instruido, y nos ha suministrado las herramientas apropiadas para vencer al enemigo.
Nos convertimos en soldados de Cristo al entrar a formar parte de esa familia maravillosa llamada novia del cordero, y la batalla es hasta que Cristo venga, peleamos por la salvación de las almas, así como los enemigos de Dios son nuestros enemigos, cada vez que logramos arrancarle un alma al maligno nos gozamos junto con nuestro Señor, alegría hay en el cielo por cada alma salvada, y mayor recompensa sobre nuestras cabezas pone el adversario. Nuestra relación con Dios es supremamente importante para ganar las batallas, Dios anhela que tengamos ese tiempo con él y nosotros definitivamente lo necesitamos. De Él dependen nuestras vidas.
Ser soldados de Cristo implica hacer la obra con una mano y empuñar la espada en la obra, no podemos ignorar las asechanzas del diablo. El tiene su escuadrón, pero nosotros tenemos al Dios fuerte, el Dios de los ejércitos celestiales que venció al mundo y sus huestes.
Joel 2:7 Como alientes correrán, como hombres de guerra subirán el muro, cada cual marchara por su camino y no torcerá su rumbo.
ENGLISH VERSION
Some time ago an elder of my congregation told us events of his life in relation to the military service, he said that the instructor told him, your father, your mother, your wife, is this rifle, your life depends on how skillful you are with it, in a confrontation you are the enemy, they are our enemies and they are very cunning, they study our movements, they create strategies to be one step away from us and if they succeed they will win. He said that this instructor taught me the importance of dealing with the dangers that a soldier runs in war, he faced the need to be alert and prepared, he learned to anticipate the strategies of the enemy, who was waiting for the moments of greatest weakness to attack.
As he spoke, I was thinking about this story, we can relate it effectively to what the Holy Scriptures teach us. It teaches us that we must watch, be prepared in his word not to sin, God has instructed us, and has provided us with the appropriate tools to defeat the enemy.
We become soldiers of Christ when we become part of that wonderful family called bride of the lamb, and the battle is until Christ comes, we fight for the salvation of souls, just as the enemies of God are our enemies, every time we manage to wrest a soul from the evil one we rejoice together with our Lord, there is joy in heaven for every soul saved, and the greater reward over our heads puts the adversary. Our relationship with God is supremely important to win the battles, God longs for us to have that time with Him and we definitely need it. Our lives depend on Him.
Being soldiers of Christ involves doing the work with one hand and wielding the sword in the work, we cannot ignore the wiles of the devil. He has his squadron, but we have the mighty God, the God of the heavenly host who overcame the world and its hosts.
Joel 2:7 They shall run like mighty men; they shall climb the wall like men of war; and they shall march every one on his ways, and they shall not break their ranks:
Bonita historia!
¡Gracias!