Sin honra / Without honor

in HeartChurch3 years ago (edited)

SPANISH VERSION

En nuestra cultura latina los hijos no se van de casa, si no hasta que se casan a los 25, 30 o 40 años unos, y otros forman sus familias en la casa de sus padres y aun cuando los padres dicen que deben buscar una mejor comodidad, los aceptan y se quedan por mucho tiempo o hasta que los conflictos los arropan y salen a vivir alquilados y es cuando conocen realmente lo que significa ser responsables totalmente de la familia que formaron.

Sea que se van o que se queden los padres pasan a un segundo plano, son apartados a un lado como si ya no existieran, pero a la hora de cuidar a los nietos o pedirles que les laven la ropa o les preparen la comida bajo toda clase de excusas, entonces los vuelven a mirar y ellos deseosos de ser tomados en cuenta y de sentirse útiles, de alguna manera se convierten en los sirvientes de sus hijos adultos. Obviamente no es igual la atención porque ya tienen esposa, hijos y empleo que atender, responsabilidades que cumplir, pero es inaceptable que por este hecho se olviden de los padres ya ancianos, ellos deben entran dentro de la responsabilidad moral que tenemos como seres humanos. Cuando llega la vejez también llegan las enfermedades el cuerpo se desgasta, los problemas financieros se agudizan, por su edad no producen o todo lo que lograron en su juventud fue para darle lo mejor a sus hijos y es en ese momento cuando nos toca corresponderles a ellos. Sin embargo puedo ver ancianos limpiando casas, haciendo mandados, botando basura, para lograr comer algo, porque sus hijos alegan no tener para ellos porque tienen familia que mantener y no les alcanza. Encontrándose solos, abandonados, sintiéndose una carga para sus propios hijos.

Mirando desde la ventana como salen la familia que el hijo formo en la misma casa paterna salen a la playa , al cine a alguna fiesta y los dejan como si fuera un mueble mas, pareciera que por llegar la vejez dejan de sentir o pensar, cuando realmente se vuelen mas susceptibles a su entorno , en el caso de los hijos que están lejos, cuando llegan esas fiestas importantes del año cuando la familia se reúne para compartir se encuentran esperando una llamada , una palabra de buenas noches un como estas papá, mamá , como se sienten, solo oírlos aunque sea por teléfono los hace sentir queridos, pero nada, solo silencio y con ello la tristeza acompañada de una profunda soledad.

Quiero destacar que hay hijos excepcionales, pero hoy hablo de los negligentes. También lo vemos ciertos lugares de Europa donde llevan a los ancianos a una casa de reposo como la llaman y allí los dejan abandonados sumidos en la agonía del dolor y si acaso los visitan en por un ratito y rápido porque hay cosas más importantes que atender. Pero aun peor muchos cristianos caemos en ese mismo campo y citan las escrituras muy espirituales, dejara el hombre a su padre y a su madre y formaran una sola carne, dando una interpretación herrada y fuera de contexto de lo que realmente significa y olvidan ese mandamiento con promesa honraras a tu padre y a tu madre, tendrás larga vida y todo te irá bien; ¿Será que Dios se contradice? Sabemos que no, me decía un inconverso “yo no sé pero cuando le doy a mis padres parece que el dinero y los alimentos se me multiplican, y lo creo, no es que ese acto sea cabalístico, el honrar a los padres activa la fidelidad de Dios que cumple lo que promete. Dios nos perdone por tanta indolencia, afectamos a la siguiente generación para mal, porque mirando como son tratados los abuelos, repiten el mismo ciclo porque aprendieron que así es lo normal. La Biblia cuando habla de la familia se refiere a cuatro generaciones abuelos, padres, hijos y nietos. Cada uno tiene su rol para afirmar los lasos familiares, pero los abuelos son la raíz del árbol.

Suelo decir que los abuelos no son para criar si no para enseñar a los nietos principios y valores, para jugar con ellos, disfrutar de sus nietos consintiéndolos sanamente. Tampoco son para que estén guardados en una casa todo el día, sin derecho a recibir la distracción que necesitan como los demás. Somos indignos de llamarnos cristianos si actuamos así, estamos rompiendo las reglas morales más básicas que nos distinguen como humanos. Nuestros ancianos sufren terriblemente de ansiedad, por la indiferencia brutal de esa generación producto de su esfuerzo empeño y entrega llena de amor y sacrificio.

Proverbios 17:6 Corona de los ancianos son sus nietos, y la honra de sus hijos, los padres

ENGLISH VERSION

In our Latin culture, children do not leave home until they get married at 25, 30 or 40 years old, some of them, and others form their families in their parents' house and even when the parents say that they should look for a better comfort for their new stage, they accept them and stay for a long time or until the conflicts tuck them in and they go out to live rented and that is when they really know what it means to be totally responsible for the family they formed.

Whether they leave or stay, the parents pass to the background, they are pushed aside as if they no longer existed, but when it is time to take care of the grandchildren or ask them to wash their clothes or prepare their meals under all kinds of excuses, then they look at them again and they, eager to be taken into account and to feel useful, somehow become the servants of their adult children. Obviously the attention is not the same because they already have wives, children and jobs to take care of, responsibilities to fulfill, but it is unacceptable that because of this fact they forget about their elderly parents, they must enter into the moral responsibility that we have as human beings. When old age arrives, illnesses also arrive, the body wears out, financial problems become more acute, because of their age they do not produce or everything they achieved in their youth was to give the best to their children and it is at that moment when it is our turn to reciprocate to them. However, I can see old people cleaning houses, running errands, throwing garbage, to get something to eat, because their children claim they do not have enough for them because they have families to support and they do not have enough. Finding themselves alone, abandoned, feeling like a burden to their own children.

Watching from the window as they leave the family that the son formed in the same paternal house, they go out to the beach, to the movies, to a party and they leave them as if they were just another piece of furniture, it seems that when they reach old age they stop feeling or thinking, when they really become more susceptible to their environment, in the case of the children who are far away, when those important holidays of the year arrive, when the family gathers to share, they are waiting for a call, a good night word, a how are you, dad, mom, how do you feel, just hearing them, even by phone, makes them feel loved, but nothing, only silence and with it the sadness accompanied by a deep loneliness.

I want to emphasize that there are exceptional children, but today I am talking about the negligent ones. We also see it in certain places in Europe where they take the elderly to a nursing home as they call it and there they leave them abandoned in the agony of pain and if at all they visit them for a short time and quickly because there are more important things to attend to. But even worse, many Christians fall into the same camp and quote the very spiritual scriptures, man shall leave his father and mother and become one flesh, giving a wrong interpretation and out of context of what it really means and forget that commandment with promise you will honor your father and mother, you will have long life and all will be well with you; Could it be that God contradicts Himself? We know that no, an unconverted person told me "I don't know but when I give to my parents it seems that money and food are multiplied, and I believe it, it is not that this act is cabalistic, honoring parents activates the faithfulness of God who fulfills what he promises. God forgive us for so much indolence, we affect the next generation for bad, because looking at how the grandparents are treated, they repeat the same cycle because they learned that this is normal. The Bible, when it speaks of the family, refers to four generations: grandparents, parents, children and grandchildren. Each one has a role to play in affirming the family ties, but grandparents are the root of the tree.

I usually say that grandparents are not to raise but to teach their grandchildren principles and values, to play with them, to enjoy their grandchildren and to spoil them in a healthy way. Nor are they to be kept in a house all day long, without the right to receive the distraction they need like the others. We are unworthy to call ourselves Christians if we act like this, we are breaking the most basic moral rules that distinguish us as humans. Our elders suffer terribly from anxiety, because of the brutal indifference of this generation, the product of their efforts and dedication full of love and sacrifice.

Proverbs 17:6 Children's children are the crown of old men; and the glory of children are their fathers.


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Unsplash, @jmason


Usé DeepL para la versión en inglés

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