¿Cómo Amarnos En Matrimonio?

"Y sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto" (Colosenses 3:14).

Colosenses 3 trata de la vida de un hijo de Dios. Nuestro estilo de vida se compara con la ropa que usamos. En el versículo 8 dice que hay ropa que debes quitarte: ira, ira, malicia, calumnia y lenguaje vergonzoso. En los versículos 12 y 13 dice que su nuevo vestuario debe consistir en corazones compasivos, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, tolerancia y perdón. Y luego, en el versículo 14, dice: "Y sobre todo esto, vístanse de amor".

Esto se puede leer como: vístete de amor por encima de todo, porque eso es lo más importante. Pero aún mejor, puedes leerlo así: pon amor en todas esas otras prendas. El amor es el abrigo que lo cubre todo. "Une todo en perfecta armonía". El amor es el vínculo que mantiene unidos todos esos otros buenos rasgos.

¡Qué hermosa descripción es esa! Porque, de hecho, si se aman mucho, entonces tiene sentido que se cuiden; ser amable; se humilde; sé manso; se paciente; aguantar y perdonarnos unos a otros. Entonces, cuando piensas en cómo deben tratarse el esposo y la esposa en el matrimonio, este es un hermoso verso: "Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto".

Varias formas de amor
Ahora, para ser honesto, estoy haciendo un poco de contrabando. Porque aquí se entiende un concepto de amor mucho más amplio que el simple amor entre marido y mujer. Se trata del amor que podemos tener por muchas personas. Sin embargo, esa forma amplia de amor también es muy importante en el matrimonio. Al dar exuberantemente esta forma general de amor, puede florecer el amor conyugal especial, el amor que se centra en ese hombre o mujer.

Si viven juntos como dos personas, descubrirán cosas sobre el otro que nunca podría haber imaginado. Por eso quiero señalar dos cosas que están bajo el manto del amor. No creas que el amor hace que esas cosas sean superfluas. El amor te permite hacerlas y al hacerlas tu amor crece. Pero date cuenta de que existen por separado del amor. Están en Colosenses 3:13.

Apoyándose unos a otros
La primera es: “soportarse unos a otros”. No limpia su ropa. Escucha la música incorrecta. Se ha olvidado de hacer su parte de las tareas del hogar, de nuevo. Ella te sigue regañando. Tiene opiniones políticas equivocadas. Parece divertirse más con sus amigos que conmigo. Todavía no ha arreglado esa lámpara. Llega tarde a completar ese papel oficial nuevamente.

En el matrimonio se mezclan ambos. Dos se vuelven uno. Eso significa todo tipo de ajustes grandes y pequeños en su vida. Pero sigues siendo dos personas con dos opiniones, dos personalidades y dos historias. Y eso significa que no hace todo de la misma manera y no siempre tiene la misma opinión. ¿Cómo lidias con eso? Soportandonos unos con otros.

En el matrimonio se necesita más tolerancia que en cualquier otro lugar, porque están en una relación muy estrecha entre ellos. Desarrolla el arte de la tolerancia. Por un lado, eso significa que no tienes que entusiasmarte con la forma en que el otro hace ciertas cosas. Ese es un pensamiento liberador. No tienes que amar todo. Solo tienes que soportarlo. Significa, por otro lado, que no te sientes tan frustrado por eso, que culpas a la otra persona. No dejes que pese tanto que sea necesario el perdón.

A veces estás triste por lo que está haciendo la otra persona. Eso pasa en todos los matrimonios. A veces estás enojado por lo que está haciendo la otra persona. Eso pasa en todos los matrimonios. Pero una receta para un matrimonio feliz es que hay una gran área por la que sonríes, no indiferente sino cariñosa, y dices: “Bueno, él es así. Bueno, así es ella ”. Aprenda el arte de la tolerancia.

Perdonándonos unos a otros

Pero también hay ocasiones en las que terminas entristecido o enojado por las palabras o el comportamiento de la otra persona. Luego llegas al segundo punto: “perdonad unos a otros”. El perdón es una de las cosas más difíciles de la vida. Los cristianos tienen una gran ventaja: usted mismo ha recibido el perdón de sus pecados a través del Señor Jesús. Sabes lo maravilloso que es recibir el perdón.

Es por eso que quieres que la persona que amas también experimentante el perdón, y se lo das. Mientras tengas algo en tu corazón contra la otra persona que aún no hayas perdonado, no podrás volver a orar “perdónanos nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. El amor se expresa en el perdón.

El amor se expresa aquí como un mandato. “Y sobre todo esto, vestíos de amor”. El amor es una emoción. Te pasa a ti. Puede abrumarte cuando miras a tu esposo o a tu esposa. Puede suceder en el primer período del matrimonio, y después de veinticinco años todavía puede volver a suceder. Entréguense el uno al otro en matrimonio, y las cosas mejoran cada vez más. Pero el amor no es solo un sentimiento que te sucede. También es una tarea. Vístete de amor. Ámense unos a otros. Haz las cosas que vienen con el amor y observa cómo mejorar tus sentimientos.

El matrimonio es un pacto
Una de las cosas que vienen con el amor es casarse. Es un paso muy concreto con el que dices: te voy a amar el resto de mi vida. Cuando estás casado, has hecho un voto, no una intención. Has hecho un pacto. Hay una pregunta con la que nunca tendrás que lidiar por el resto de tu vida: ¿con quién quiero vivir? Esa pregunta ha sido respondida: le has prometido lealtad a su esposo o esposa.

Eso da una gran paz a los esposos, pero también a los hijos que Dios les da. Entonces, contraer matrimonio es una forma concreta de amarse, y luego en el matrimonio hay que vestirse constantemente de amor, que es el vínculo de la perfección.