(ENG/ESP) "Leave your problems in the hands of God and rest"/ "Deja tus problemas en manos de Dios y descansa"
And Ana got up after having eaten and drunk in Shiloh; and while the priest Eli was sitting on a chair by a pillar of Jehovah's temple, 10 She with bitterness of soul prayed to Jehovah, and wept abundantly. 11And he swore, saying, Jehovah of armies, if you deign to see the affliction of your maidservant and remember me, and do not forget your maidservant, but give a male child to your maidservant, I will dedicate them all to Jehovah. the days of his life, and no razor will pass through his head. 12While he was praying at length before Jehovah, Eli looked at his mouth. 13But Hannah spoke in her heart, and only her lips moved, and her voice was not heard; and Eli thought she was drunk. 14Eli said to her, "How long will you be drunk?" Digest your wine. 15 And Ana answered him, saying, No, my lord; I am a woman of troubled spirit; I have not drunk wine or strong drink, but have poured out my soul before the Lord. 16 Do not consider your servant a wicked woman; for the magnitude of my anguish and my affliction I have spoken until now. 17Eli answered and said, Go in peace, and the God of Israel grant you the request you have made. 1 Samuel 1: 9-17 Revised King James Version
If you are living a difficult and complex time, I invite you to consider this message that I am sure will fill you with strength and courage, as happened with Hannah, the mother of the prophet Samuel, when she came and brought her anguish at the feet of the Lord. .
Remember, you are not the only person who is having a difficult time. There are many people who have considered the favor of God and have left their problems in the hands of God and have obtained important victories in their lives.
Do not listen to the negative thoughts that run through your mind and heart, just think how powerful God is to transform your sadness into joy as he once did with Samuel's mother, named Ana.
Ana, as we can well read, was a very troubled woman, because she was sterile, which made her a cursed woman in the people of Israel. Her husband had another woman named Penina, who greatly humiliated Ana. However, the day Ana decided to put her problems in God's hands, everything drastically changed in Ana's favor.
The woman simply asked God to break sterility and give her a male child, which she would dedicate to God all the days of her life.
Hannah made a covenant with God in the midst of the anguish of her problem. The Lord heard the voice of Hannah's cry and responded favorably, so much was God's response that he blessed her with a son, who called his name Samuel and dedicated him to the Lord all the days of his life.
Ana placed her problem in the hands of God and rested from all the teasing and humiliation that her husband's other wife did to her. God responded with power and gave him a great victory in the midst of his tribulation.
You realize, dear reader, that if we trust God, your regret can turn into a great moment of joy that would change your life forever.
Do not hesitate to put your problems in the hands of God and you will find opportune rest for your soul and important victories that will change the destiny of your life forever.
Imagen source
Deja tus problemas en manos de Dios y descansa
Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, 10ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. 11E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.a 12Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella. 13Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria. 14Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino. 15Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová. 16No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora. 17Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho. 1 Samuel 1: 9-17 Reina Valera Revisada 1960
Si estás viviendo un tiempo difícil y complejo, te invito a considerar el presente mensaje el cual estoy seguro te llenará de fuerza y valor, tal como sucedió con Ana la madre del profeta Samuel, cuando vino y trajo a los pies del Señor sus congojas producto de sus terribles problemas.
Recuerda, que no eres la única persona que está viviendo una temporada difícil. Hay muchas personas que han considerado el favor de Dios y han dejado sus problemas en las manos de Dios y han obtenido importantes victorias en su vida.
No atiendas a los pensamientos negativos que corretean por tu mente y corazón, sólo piensa que poderoso es dios para transformar tu tristeza en alegría como lo hizo una vez con la madre de Samuel, llamada Ana.
Ana, como bien podemos leer era una mujer muy atribulada, producto de que era estéril, lo cual la hacía una mujer maldita en el pueblo de Israel. Su esposo tenía otra mujer, que se llamaba Penina, la cual humillaba en gran manera a Ana. Sin embargo, el día que Ana decidió poner sus problemas en las manos de dios, todo cambió drásticamente a favor de Ana.
La mujer sencillamente le pedía a Dios que rompiera la esterilidad y le diera un hijo varón, el cual ella se lo dedicaría a Dios todos los días de su vida.
Ana hizo un pacto con Dios en medio de la angustia de su problema. El Señor oyó la voz del clamor de Ana y le respondió favorablemente, tanto fue la respuesta de dios, que la bendijo con un hijo, el cual llamó su nombre Samuel y lo dedicó al señor todos los días de su vida.
Ana colocó en manos de Dios su problema y descansó de todas las burlas y humillaciones que la otra mujer de su esposo le hacía. Dios le respondió con poder y le dio una gran victoria en medio de su tribulación.
Te das cuenta, amado lector, que si confiamos en Dios, tu lamento se puede convertir en un gran momento de alegría que cambiaría tu vida para siempre.
No dudes en poner tus problemas en las manos de Dios y hallarás oportuno descanso para tu alma e importantes victorias que cambiarán el destino de tu vida para siempre.