(ENG/ESP) "Be successful in God's hands"/ "Sea exitoso en las manos de Dios"
There is no doubt that all the time that man remained in obedience to God in the Garden of Eden, God blessed him and prospered him in such a way that he placed him in a great paradise, which is surely incomparable with any beauty. , of any nation on earth.
Adam's prosperity was in such a way that God endowed him with a great capacity to relate to creation and exercised dominion over every living being that God had created and had told man to rule over what so much dwelt in the world. sea, land and birds that flew in the expanse of the skies.
All the time that Adam was in God's hands, he was a completely successful, blessed, and prosperous man. However, when God made him his companion, named Eve, he did so with the best intention of complementing man's happiness and his life of prosperity.
Man had tasted and enjoyed everything well in the hands of God. However, God did not create man as a robot that could control him automatically, but God had endowed him with the ability to choose between good and evil, the Lord created man with free will.
Man, in his free will, chose to renounce God's covering to do things his own way and not God's will. Then, the man became disobedient, in such a way that God threw him out of that beautiful paradise that he had given him to be a happy, prosperous and successful man in everything he undertook.
When we review the origin of man and his way of relating to God, we find that while he remained in God's hands, he was completely blessed and successful, however, when he disobeyed due to Satan's manipulation, he fell completely from grace. , who ceased to be successful, to become a failed and unhappy being.
The psalmist David said in Psalm 16: 2 RV1960 “O my soul, you said to the Lord: You are my Lord; There is nothing good for me outside of you.
Certainly, outside of God, there is nothing good for our lives. When we leave the refuge of God, evil, disease, misery, violence, tragedy, pain, suffering take over us.
All this happened to Adam and all this happened to anyone who steps out of the shelter of the Most High.
If we find ourselves in the hands of God, we will have greater protection and advantage in defeating adversity and the great opportunity to see God fighting in our place against our enemies.
In the hands of God we will be successful in everything we do and undertake, and the enemy does not touch us.
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Sea exitoso en las manos de Dios
No cabe duda, que todo el tiempo que el hombre se mantuvo en obediencia a Dios en el huerto del Edén, Dios lo bendijo y lo prosperó de manera tal, que lo colocó en un gran paraíso, el cual seguramente, es incomparable con hermosura alguna, de cualquier nación de la tierra.
La prosperidad, de Adán, fue de manera tal, que Dios lo dotó de una gran capacidad para relacionarse con la creación y ejercé dominio sobre todo ser viviente que Dios había creado y le había dicho al hombre que señoreara sobre lo que habitaba tanto en el mar, la tierra y las aves que volaban en la expansión de los cielos.
Todo el tiempo que Adán estuvo en las manos de Dios, fue un hombre completamente exitoso, bendecido y prosperado. Sin embargo, cuando Dios le hizo su compañera, llamada Eva, lo hizo con la mejor intención de complementar la felicidad del hombre y su vida de prosperidad.
El hombre había saboreado y disfrutado de todo bien en las manos de Dios. Sin embargo, Dios no creó al hombre como un robot que lo pudiera controlar automáticamente, sino que Dios, lo había dotado con capacidad de escoger entre el bien y el mal, el Señor creó al hombre con libre albedrío.
El hombre en su libre albedrío escogió renunciar a la cobertura de Dios para hacer las cosas a su manera y no a la voluntad de Dios. Entonces, el hombre, se hizo desobediente, de manera tal, que Dios lo echó de aquel hermoso paraíso que le había entregado para que fuese un hombre feliz, prosperado y exitoso en todo lo que emprendiera.
Cuando revisamos el origen del hombre y su manera de relacionarse con Dios, encontramos, que mientras se mantuvo en las manos de Dios, fue completamente bendecido y exitoso, sin embargo, cuando desobedeció por la manipulación de Satanás, cayó completamente en desgracia, que dejó de ser exitoso, para convertirse en un ser fracasado y desdichado.
El salmista David decía en el Salmos 16:2 RV1960 “Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; no hay para mí bien fuera de ti.
Ciertamente, fuera de Dios, no hay bien para nuestras vidas. Cuando nos salimos del abrigo de Dios, nos sobreviene el mal, las enfermedades, la miseria, la violencia, tragedia, dolor, sufrimiento.
Todo esto le sobrevino a Adán y todo esto le sobreviene a cualquiera que se salga del abrigo del Altísimo.
Si nos encontramos en las manos de Dios, tendremos mayor protección y ventaja de derrotar las adversidades y la gran oportunidad de ver a Dios peleando en lugar nuestro contra nuestros enemigos.
En las manos de Dios tendremos éxito en todo lo que hagamos y emprendamos, y el enemigo no nos toca.