Yo llamo hoy a los cielos y a la tierra por testigos contra ti, de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición; elige, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia. Deuteronomio 30:19

Dios es más que un caballero y no obliga a nadie a hacer lo que Él quiere, sino que lo pone a elegir. Si usted, amigo lector, tuviera que elegir entre el bien y el mal, seguramente, diría que elegiría el bien. Sin embargo, el hombre en su ceguera, llama al bien mal y al mal bien, esa es la razón por la que el pecado abunda en la vida del hombre.

Dios en la grandeza de su amor, quiere que llevemos una vida bendita, próspera, llena de paz, amor y armonía entre los seres humanos. Desgraciadamente, el hombre es un ser egoísta y no le gusta compartir el bien con su entorno, sino que prefiere conformarse con un corazón lleno de maldad.

Dios no quiere que ningún ser humano se pierda y termine en el precipicio del Seol, lo que Dios quiere es que tanto tú como yo, optemos por vivir y disfrutar de la vida plena que Dios nos ha dado a través de su hijo Jesucristo.

El Señor pone ante ti dos opciones: vida o muerte, bendición o maldición. A cada uno le corresponde elegir lo que le parezca mejor, sin embargo, Dios en su infinita misericordia, nos aconseja elegir la vida.

La vida es la paz, la felicidad, la alegría, la abundancia, la plenitud y todo lo que es bendito y contiene felicidad.

Gracias por leer. Feliz y bendecido día.