Creo que todos los que tratamos de ayudar y apoyar a otros de alguna manera hemos conocido de cerca la soledad y la tristeza, el estar aislados, el sentirnos fuera de lugar. Solo el que ha tenido hambre valora un pequeño trozo de pan, y conoce bien la alegría del que lo recibe.

En mi vida he vivido situaciones a las que mi madre me decía: solo el oro se prueba con el fuego, si eres fuerte saldrás de esto, y todo servirá para algo. Algún día tú podrás hacer algo… En este sentido no podemos hablar de fracasos si pensamos que todo lo vivido nos va llevando por una senda a un lugar que puede ser mejor, a un lugar donde podremos valorar realmente todo lo que nos rodea y lo que nos ocurre.

Todo sirve para algo.

Irónicamente cuando sentimos que menos tenemos es cuando más queremos dar. Por aquello que explique, sabemos lo que sufre, el que sufre.

Cuando nos sentimos mal, cuando estamos tristes o desalentados, podemos probar salir de ese estado yendo a otros e intentar dar apoyo, es algo que suena paradójico, pero es así, y solo experimentándolo lo podemos comprobar.

Decía el poeta Antonio Machado “La monedita del alma se pierde si no se da”. Dar el alma, es hacer algo por el otro, por el que está cerca, al lado, por el que está lejos, y hacerlo de verdad, de corazón. Es interesarnos por ofrecer de nosotros mismos nuestro tiempo, nuestra dedicación, es poner cariño en todo lo que hacemos, es a veces callar para no herir cuando nuestras emociones se alteran, es saber esperar y es comprender que todos tienen sus razones, sus maneras de ver la vida. Es reconciliarse con el mundo, y amarlo.

Es cierto que la palabra amor esta tan desgastada que a veces no conocemos ni siquiera la superficie de su significado. El amor ¿Lo puede todo? Yo creo que sí. El amor es la mayor fuerza interna capaz de mover la voluntad, capaz de transformar a las personas, las ideas, los pensamientos, en ese sentido puede, y mucho! Alguien puede decirnos ¿acaso tu amor moverá las montañas? Tal vez no, pero me hace capaz de soñarlo, y si puedo soñarlo es porque puede ser posible y a veces ese sueño es lo que nos motiva a levantarnos cada día e intentarlo.

Necesitamos ser amados, pero más necesitamos: amar. El amor es donde nacen todos los sueños, las motivaciones, la alegría continua de estar en búsqueda de lo anhelado.

Cuando amamos y el amor se vuelve parte de nuestras vidas queremos expandirlo y entregarlo. Y sucede como decía el poeta Andres Eloy, poeta venezolano:

Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.

Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:
—“Quiero, y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan”

Que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;

que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío. Fuente

Si estas triste, te pregunto, ¿estas ensimismado? Mira a tu alrededor, siempre hay alguien a quien puedes aliviar su hambre, su soledad, su confusión, puedes dar un pedazo de pan, una palabra, un aliento, hay tanta necesidad en el mundo… no dejes de dar de tu amor y en esa medida hallarás el mayor consuelo, la alegría de dar, que no tiene límites.

Muchas gracias por leer y comentar.

La foto es de mi autoría la tome con un teléfono Samsung SM-A105M.

@inspiracion