Blanco y negro el camino que a veces asusta, hay días en que te levantas y ves todo tan claro y luminoso, son dias blancos sin duda alguna. Otros en negro, cuando sientes que ese mismo mundo se te cae encima y no hay ninguna claridad por asomarse para cambiar el panorama.

Es en esos momentos que evocas los colores de la vida, que recuerdas esas personas que en tu camino te animan a seguir, a intentar, a triunfar, gente que nunca se cansa de dar alegrías, porque para eso vinieron a la vida, a llenarla de colores en momentos de oscuridad.

El cielo puede teñirse de oscuro como el negro que presagia la tormenta, negro que predice una larga noche que puede albergar fantasmas y peligros, pero por siempre hay que recordar que, detrás de cada noche oscura, siempre habrá un amanecer, amanecer que teñirá de luz ese mismo cielo que tanto miedo pudo darte con su oscuridad intensa, amaneceres llenos de luz y de blancos algodones que agradan a la vista, y también al alma.

La vida se trata de convivir y sobrevivir en medio de estos dos colores, blanco y negro que no tienen que ser extremos. Blanco y negro de nostalgia para recordar y sonreir, para amar a quienes dia a dia nos demuestran su amor, hay que ser recíprocos y devolver con la misma generosidad que se nos es dado.

Una simple mirada es blanco si va llena de amor, el negro son tan solo momentos, algunos tristes pero que también hacen falta para aprender. Son colores que son base en la vida, pues a partir de ellos nacen nuevas fachadas y experiencias, sepamos apreciar todo lo que con ellos viene agregado. La vida es hermosa, hagámosle honor viviéndola al máximo, en blanco y negro para recuerdos y aprendizaje, en arco iris para disfrute y alegrias.