Upside Down

Advertencia: la verdad no tengo nada que advertir, esta vez tratare de escribir enserio, pero, solo diré que cualquier parecido a la realidad/virtualidad es mera coincidencia y no debería ser tomado en cuenta de ninguna manera en particular.
Al principio estaba confundida. Boca abajo, con el rostro clavado en el suave barro, sin poder mover ni un solo musculo.
No sabía el lugar, ni el tiempo; apenas y sabía quién era.
No obstante sentía un agravado anhelo en mi aun palpitante corazón.
No tomo mucho tiempo antes de que espabilara al sentir mis pulmones ardiendo.
Me ahogaba con mi propia sangre, podía sentir el amargo sabor del rio de sangre que brotaba de mi garganta, no me percate a tiempo del charco carmesí en el que estaba recostada.
Al recuperar mis sentidos trate de levantarme con todas las fuerzas que me quedaban, pero antes de siquiera poder mover un dedo fui violentamente lanzada por una fuerza que despejo las lúgubres y despreciables nubes del cielo.
Tuve la noción de aterrizar sobre algo punzante, como si una estaca me hubiera atravesado el abdomen, manteniéndome suspendida en el aire, aun así no me tome las molestias de revisar que era…lo único que quedaba en mi conciencia era…
…Si te soy honesta ni siquiera yo sabía que pasaba por mi cabeza en ese momento.
Extendí mi temblorosa mano hacia la figura oscura que se acercaba imponente hacia mí, supongo que algo en mi interior pensó que si este extraño era el que había causado todo este caos entonces yo debía hacer algo al respecto.
Aunque sabía que todo era en vano, aquel sentimiento de cólera movía mi espíritu hacia adelante sin ninguna razón aparente.
Me detuve un segundo a analizar el entorno y escuche un débil llanto tembloroso entre el fuerte soplido del furioso viento. Fue ahí cuando vi en el rabillo de mi ojo izquierdo la figura de una mujer que me resulto extrañamente familiar.
No podía apartar la mirada de los cuernos azulejos en su cabeza y aquel bellísimo vestido blanco con bordes rojos que llevaba puesto, pero algo parecía andar mal, corrió hacia mí como si de verdad estuviera preocupada por mi moribunda persona.
Todo estaba borroso, pero al ver sus deslumbrantes mejillas rosáceas opacadas por la sangre que cubría su apagado rostro, sentí que quería…
…No, que tenía que protegerla a toda costa.
Por un segundo me deje llevar por el momento, fui apaciblemente mecida en la profundidad de sus ojos azabaches con tonos azules, pero no tenía la fuerza para preguntar su nombre o quién era yo para ella.
El pitido atroz en mis oídos no me permitía escuchar ni una sola palabra que sus labios soltaban. Pero lo poco que logre a duras penas captar de su dulce y amable voz, ahogada por el estremecimiento de su fragilidad, fue capaz de levantar mi corazón del vacío y hacer que me mueva.
_”Vi… Ve…” Aquel sutil susurro hizo que luchara para mantenerme despierta…
Pero…
Ese rayo de luz que la alejo de mí, solo dejando otro charco de sangre en el montón… Me recordó lo frágil e impotente que era.
El instante después de que mi visión se apagara, me desperté al borde de mi cama, toda exaltada y con falta de aire.
Solté un grito de angustia combinado con terror y ansiedad mientras que el fuerte jalón de la gravedad lentamente me llevaba hasta el suelo recién pulido de mi cuarto.
Mi rostro choco contra la fría madera y tras unos cuantos golpecitos que me di en la frente, me asegure que ya había despertado de aquel horrendo sueño, por lo que me permití soltar un pequeño suspiro de alivio.
=”Espera… Y si este es uno de esos clichés en los que despiertas de un sueño y descubres que estas en otro sueño!?”= Pensé.
Tenía que estar completamente segura.
Así que procedí a soltar un grito de guerra y a golpear mi cabeza contra un poster de Metallica que tenía colgado en aquella esquina oscura al lado de mi ventana.
A simple vista se podría decir que de verdad desprecio a la banda, pero en mi mente eso era lo más apropiado a hacer en mi actual situación.
Y antes de que me juzgues, ese poster me lo regalo un primo lejano cuando tenía como cinco años.
A decir verdad, todavía no creía que estuviera en el mundo real. Pero…
Esos pasos pesados que escuche subiendo la escalera…
Esos gruñidos demoniacos que provenían del otro lado de la puerta…
La vista del picaportes de mi puerta siendo tan brutalmente maniobrado por una fuerza descomunal…
Todo eso me lo confirmo…
Ya había despertado… Y el diablo estaba a punto de entrar a mi cuarto.
Antes de que pudiera haberme escondido o armado, mi madre entro al cuarto, invadiéndolo cual ogro enfurecido, con la mirada más amenazante que he visto en mis diecisiete años de vida.
No me dio tiempo de preocuparme por mi propio bienestar, lo único que se me vino a la mente en ese momento fue quedarme completamente quieta.
Pero para mi sorpresa, su vista no se basaba en el movimiento.
_”YOOOOOOOOOOOOO!!!!!!” El fuerte gritar de mi apodo de parte de mi madre hizo que mi corazón se escapara de mi caja torácica por un segundo.
_”Que es todo ese ruido!?” Lo único que se me ocurrió para responder a las quejas de la bestia fue “Me caí de la cama.” rece para que aceptara la infantil respuesta, pero como te lo pudiste haber imaginado, Dios no tenía el poder suficiente como para salvarme de lo que me esperaba.
_”Deja de hacer tonterías y prepárale el desayuno a tu hermana. Hoy sale temprano, recuerdas!?” Grito mi madre con el tono más amable y preocupado por su descendencia.
_”Me acabo de levantar…” Al tratar de ser razonable, supongo que se me olvido por un segundo la expresión de “Te voy a desheredar.” que tenía mama en ese momento, así que después de ver al diablo directo a los ojos, espabile y corrí hacia las escaleras.
_”Eso se sintió real…” Me dije a mi misma, sobándome el abdomen con ambas manos, antes de dar un paso hacia el primer escalón.
Supongo que podría contarte un poco acerca de mí mientras desciendo por esta pendiente de escalones interminables a la que llamo escalera.
Me llamo Yoyako Satou, una habitante del tercer planeta orbitando al sol, se lo que estás pensando, “Que nombre tan peculiar el que tienes.” y tienes toda la razón, al parecer mi familia tiene raíces japonesas (distinguibles por el apellido) y a mis padres les pareció gracioso ponerme a mí y a mis hermanos un nombre “Japonés”, me conformo con el apellido, pero el nombre es algo complicado…Así que todos me llaman “Yo”.
Usualmente la vida para mí es extrañamente inexistente.
Los pesares, problemas y conflictos que vienen con la vida son los que hacen al ser humano, pero el único problema que tiene Yo es que yo no tengo ni un solo problema.
Todo comenzó cuando a mi padre— Estas escaleras son endemoniadamente largas por cierto. Todo comenzó cuando a mi padre se le ocurrió la maravillosa idea de heredarle su compañía a su “Hija favorita”, desde ese entonces me ha estado lloviendo dinero los 365 días del año… Por los últimos diez años… Aunque no puedo quejarme, de pequeña estaba más perdida que una cría de oso sin su mama y no creo que pudiera haber sobrevivido llegar a la adultez sin el dinero.
Ahora mismo solo me paso los días encerrada en mi cuarto esperando a que venga el próximo mientras que mi hermano mayor se encarga del negocio… En si yo recibo un 70% de una compañía multimillonaria sin hacer absolutamente nada. Un 20% va a la familia y el 10% restante va a los trabajadores supongo…
No estudie contabilidad por cierto.
Todavía no he llegado a los escalones finales…
Esto es un maldito infierno…
¿Qué dices? ¿Qué quieres una descripción grafica de cómo me veo? Claro que no dijiste eso, pero si no hago la pregunta entonces nunca tendrás una imagen clara de quien está contando esta historia, así que solo digamos que de verdad lo dijiste.
Se podría decir que soy una persona lo suficientemente promedio como para perderme fácilmente en una multitud, pecho más plano que los escalones que estoy actualmente pisando, altura de semi-gigante, molesto cabello rizado que pasa de marrón a completamente negro por obra de alguna magia oscura cuando no está en contacto con el sol, siempre visto una camisa blanca con una que otra mancha cubierta por la chaqueta azul marino que llevo a medio abrir y como olvidar los jeans que siempre llevo puestos en caso de que llegue la ocasión en la que tenga que verme “Formal”.
Te acabo de dar un resumen de mi vida mientras bajaba una escalera a paso tortuga; ¿Acaso no estas entretenido?
Pero, en contraste a mi calma e indiferencia a la situación, mi madre bajo las escaleras cual rayo y con una expresión algo alicaída salió por la entrada de mi humilde hogar mientras se acomodaba la corbata.
Tras tardar literalmente unos diez segundos procesando lo que acababa de suceder, como la persona atenta a mis entornos que soy, con un chasquido de dedos tenazmente me presente el análisis a mí misma _”Ni se despidió la desgraciada.” Pensé en voz alta.
Aunque todavía había un pensamiento rondando mi cabeza… Como una comezón en ese molesto punto inalcanzable de la espalda… =”¿De dónde habrá sacado ese traje? Cuando entro a mi cuarto no iba vestida tan formal…”= =”¿Qué clase de brujería del demo—=
_”YOYAKOOOOOOOOOOOOOO!!!!!” Antes de siquiera poder reaccionar al gritar de mi nombre por aquella voz chillona a mi costado, fui tacleada en un instante por una adorable duendecilla de cabello ostentoso y uniforme escolar maltratado.
_”Estas soñando despierta otra vez!” Expreso con su voz aguda y adorable de las mañanas, antes de darme unas palmadas en la cara con sus suaves manitas en un intento de hacerme espabilar. Lo disfrute más de lo que debía…
Este ángel caído del cielo es mi hermana pequeña Meyako Satou, vive en el tercer planeta orbitando al sol como yo, es la única persona en el mundo que se esfuerza en siquiera llamarme por mi nombre y también es una estudiante prodigio de primaria. Triste que esos bonitos sueños de secundaria se vayan a marchitar cuando conozca la realidad de lo que es la pubertad y el estrés… la ansiedad… acoso escolar… Y una que otra actividad entretenida.
_”Meya… ¿Qué haces despierta tan temprano?” La verdad no sabía que responder al repentino asalto, así que fingí tener un severo caso de amnesia retrograda. Al menos eso es lo que me digo por las noches para poder dormir bien; Cuando pasas gran parte de tu vida encerrada en tu cuarto comienzas a desarrollar cierta indiferencia hacia cualquier ser que se te cruce por el medio, incluyendo a tu hermana. A veces pienso que todos mis sentimientos lentamente se han degradado con el pasar los años.
Usualmente uno llora con historias tristes que relatan temas de venganza, homicidio en masa y toda esa violencia sin sentido, pero yo...
Yo lloro con historias extremadamente alegres.
Supongo que toda esa felicidad en algún punto debe llegar a su fin… El tiempo es extremadamente cruel aquí en mi mundo cruel; Pero así son las cosas.
Estoy divagando otra vez, ¿en dónde estábamos?
_”Noolvidesbotarlabasuratudesayunoestaenelhornoadios teamo!!!” Rápidamente soltó el trabalenguas mientras agresivamente agitaba mi cuerpecito hacia adelante y atrás, me sentí como si hubiera sido amenazada por un oso de peluche mafioso.
Y con eso, mi hermana me soltó y galopo energéticamente hacia el exterior.
_”E-Espera! Te dejan entrar a clases con ese cabello!?” Trate de advertirle con todo mi ser, pero ya estaba lejos de siquiera haberse ido.
Me senté apoyada contra la pared, cerré los ojos y con un leve suspiro de decepción, acepte el desdén de que _”No me dio tiempo de hacerle el desayuno…” Pensé en voz alta otra vez.
Me tome el tiempo para redactar la excusa que le daría a mi madre en mi mente, y luego de unos cuantos minutos mi cuerpo decidió levantarse solo para volver a derretirse sobre la cama.
Usualmente esta es mi rutina del día a día, Mama se va a trabajar todo el día para sentirse joven otra vez, Hermanita hace mis quehaceres para luego irse a la escuela, Papa desaparece para nunca ser visto y luego subo a mi cuarto a apropiarme de mi cultura rica en películas para adultos referentes a los infantes y al cariño entre familiares.
“Usualmente” es la palabra clave de esta historia, ya que mi yo del pasado no tenía ni la menor idea de lo que estaba por venir. Si no mal recuerdo, la chispa que encendió la vela del verdadero primer día de mi vida ocurrió en aquella noche carente de fervor que estaba pasando ese jueves catorce de febrero, también conocido como el día de San Valentín (o del amor y la amistad), donde todos mis cohabitantes del tercer planeta orbitando al sol se reúnen a regalarse chocolate entre si y a hablar sobre lo solos que están en el mundo. Ese fatídico día, descubriría porque mi hermana salía de casa más energética de lo normal.
Era como cualquier noche, los pájaros que regocijaban sus cantares en el amanecer ya se habían movido y dado lugar a la tranquila orquesta de los grillos, la efervescente luz de luna que se asomaba por las cortinas de mis ventanas encuadraba algunas zonas de mi cuarto, brindándole cierta belleza mientras que el sutil soplido del viento enfatizaba la soledad del ambiente, como me gustaba… Pero entre toda mi paz y tranquilidad que encontré al estar con la cara enterrada entre mis dos almohadas, también encontré un ruido sordo que sacudía las bases de mi mundo perfectamente silencioso y disruptivo al maravilloso ambiente. Mientras sentía las molestas vibraciones que sacudían toda la casa, no pude evitar sacar la cabeza a revisar que era aquel estruendo.
Me concentre… Y pude captar una distante, molesta y muy chillona vocecita… _”YOYAKOOOOOOO…!!!!!!!!”
Me asome por la ventana y para mi sorpresa había dos pequeñas figuras oscurecidas por mi terrible visión paradas en la alfombra barata de bienvenida en la entrada.
Ahora que lo recuerdo… Hoy en la cocina…
_”Hoy llegare tarde a casa, Invitare a un amigo a cenar.” Esas palabras que logre sacar de mi nefasta memoria, rezumbaron en mi cráneo vacío. ¿Un invitado? ¿Hace cuánto que no teníamos uno de esos? Ni siquiera tenía la chaqueta puesta, pero siéndote honesta me lo tome todo con extrema calma… Y con que me lo tome todo con extrema calma, me refiero a que comencé a hiperventilarme y a entrar en pánico mientras corría agitada hacia la entrada, mientras que al mismo tiempo en un heroico sobreesfuerzo de ponerme la chaqueta mientras bajaba las escaleras, trataba de no entrelazar los pies y romperme el cuello, mientras que también controlaba mi ansiedad por ser tan mala hermana y no poder recordar absolutamente nada, mientras que a su vez controlaba mi terrible coordinación.
A pesar de mis fútiles esfuerzos, no pude evitar tambalear contra una pared al llegar al último escalón.
No soy multitareas.
Al recuperarme, abrí la puerta de un jalón y abrace fuerte a la sinvergüenza de mi hermana por confiarme semejante tarea esperando que la recuerde.
_”Meya! Donde estuviste!? Casi me muero de la preocupación!” Tampoco pude evitar recargar el peso de mi mala memoria sobre Meyako; Es un reflejo que tengo.
Estudie teatro, como puedes ver.
_”¿Lo olvidaste verdad?” Y ella no dudo en apuntar a lo obvio, con la expresión más arrogante e hiriente que siempre lleva dibujada en el rostro cuando se hace de noche; Supongo que el lado energético y lleno de entusiasmo de su cerebro se apaga a estas horas de la noche.
Se conoce como la “Bipolaridad del hombre lobo.” Trastorno que yo misma invente en honor a mi hermanita.
Ahora que lo recuerdo, también trate de estudiar medicina…
_”Te dije en el desayuno que Mama me dio permiso de pasar el día en casa de Zoya. Presta más atención para variar!” Al que se está refiriendo Meyako, es al monstruo hecho de calvicie y esteroides, también conocido como mi aterrador hermano mayor Zoyako Satou, Alrededor de 25 años de edad, pesando unos 81 kg de puro musculo. No le temo a ningún hombre, pero esa cosa… Me asusta… Todavía tengo pesadillas con lo que me hizo en aquella piscina pública, aunque debo admitir que después de eso mis pulmones adquirieron cierta resistencia.
_”¿Zoya… Ko…?” Respondí temerosa.
_”No te preocupes por mí, llegue sana y salva a casa de Zoya.” Dijo mi hermana tratando de quitarme algo de peso de la espalda pero en ese momento no me preocupaba para nada el bienestar de mi hermana, más bien me preocupaba haber enfurecido a la bestia de alguna manera.
Así que respondí a secas _”M-Me alegra oírlo…”
_”Pero si puedo decir que tuve un horrible dolor de estómago…”
_”E… Enserio…?” Sentí las campanas del apocalipsis sonar en la distancia, la parca acechándome en el fondo, el ancla de la muerte arrastrándome a las profundidades.
_”Por cierto, Zoya dice que ‘Si me vuelves a dar dulces te partirá en dos’.” Expreso inocentemente.
_”C-Claro!” Primera vez en varios años que de verdad temo por mi vida.
_”Pero no estamos aquí para hablar de ese calvo! SALUDA!!!” Lanzo una pose y rápidamente apunto detrás suyo como si le estuviera dando apertura a algo. En ese instante, las palabras “Invitado” cayeron como en un texto comic sans frente a mis ojos, como si algún poder divino se mofara de mi memoria…
Detrás de mi hermana, la pequeña figura en la oscuridad dio un paso adelante.
Era aproximadamente de la estatura de mi hermana, aunque su atuendo era un poco menos llamativo y más arreglado, su estructura dejaba mucho que decir para un muchacho de su edad, note detrás de su fachada de simple chico de primaria que su rostro era mucho menos expresivo que el de cualquier niño de su calibre, más bien llevaba consigo un aura de inteligencia, madurez y misterio oculta en las algo rígidas facciones de su cara que a su vez pasaba desapercibida por su oscuro cabello, corto y muy bien tratado.
No sabía que era, pero había algo en ese chico que no me permitía quitarle el ojo de encima, algo que hacía que se me dificultara respirar y que se me acelerara el corazón.
No podía parar de analizar de arriba abajo a este chico y creo que lo noto, pero siendo la agente secreta que soy, evite que se genere incomodidad en el ambiente al voltear la mirada hacia la nada.
_”Buenas noches…” Al escuchar la noble y educada voz que fue soltada de la boca de aquel chico mi corazón se derritió en ese mismo instante, era como música para mis oídos; Sentí la necesidad de ser gentilmente acurrucada en los brazos de ese infante mientras que a su vez era sutilmente hipnotizada por una canción de cuna suya.
=”¿Qué es este extraño sentimiento que surge dentro de mí…? ¿Acaso tengo matices de pedofilia que desconozco…? Mi rostro se siente caliente… Estoy completamente ruborizada… Maldita sea lo hice incomodo!”=
Todo me daba vueltas, pero lo que logre sacar del constante balbuceo, por lo menos para mis consternados oídos, fue _”Con permiso.”
Logre responder con un _“M-Mhm.” y así como así hermana y su amigo subieron las escaleras para ser vistos nunca más… O al menos eso es lo que desearía que hubiera pasado.
Tras los dos haber subido la escalera, comencé mi plan maestro para averiguar qué era lo que tenía de especial este peculiar niño de primaria que me hizo sonrojar de tal manera a mí, una reconocida (por nadie) universitaria de elite.
Había algo fuera de lo común en esta situación, así que no malgaste mi tiempo.
Comencé a formularme a mí misma preguntas básicas y sin lógica alguna.
=”¿Sera uno de esos enanos bien vistos que se hacen pasar por niños? ¿Cuáles son sus intenciones con mi hermana? Quizás si lo crio como ganado, dándole mucha proteína y sustento, dejarlo crecer grande y fornido cual semental, tal vez pueda—=
En mi lucido ensueño fui abruptamente interrumpida por un distante y ahogado sonido agudo, como una pequeña campanilla que me llamaba, ese sonido era el maullar de un gato callejero que se asomaba por la ventana de mi cocina.
Antes de siquiera haberme dado cuenta de lo que ocurría, ya estaba intercambiando miradas con aquel felino.
Aunque fuera callejero su pelaje, blanco como la nieve, estaba muy bien cuidado y llevaba un hermosísimo collar hecho de perlas que hacían contraste con sus afilados ojos ambarinos.
Nuestro mudo intercambio repentinamente acabo cuando el minino araño la ventana como si apuntara hacia las escaleras.
En ese momento… Lo decidí… =”Esto debe ser obra del destino!”= Pensé, tomando al posiblemente perdido y famélico gato como una excusa para subir y atormentar la amistad entre aquel enano y mi hermana
Me arme de todo el valor que tristemente acumule en estos años de estar encerrada en mi habitación jugando juegos de rol sola y subí esas escaleras.
Mientras más escalones subía, una y otra y otra pregunta constantemente pasaba fugaz por mi cabeza, cual circulo vicioso.
Antes de que mi conciencia me pudiera haber compensado con algunas respuestas, mi mano ya estaba flotando sobre el brillante picaporte de aquella puerta azuleja con esos molestos corazoncitos grabados en ella.
En el reflejo de las letras metálicas con el nombre de mi hermana en el centro de aquella rugosa madera teñida de azul, pude ver que tenía el rostro pálido y tenía la respiración acelerada, como si me fuera a desmayar en cualquier momento; pero también llevaba conmigo una sonrisa malévola que crecía cada vez más.
Al mi mano tocar la puerta, tuve la decencia de detenerme por un segundo a pensar que tal vez acechar a un niño de siete años de esta manera era incorrecto y visto de mala manera en la sociedad actual en la que vivimos. Arrepentida, trate de alejar la mano del picaportes, pero dentro de mi hubo una fuerza que se aprovechaba de mi voluntad de acero y hacia que mi mano se transformara en un imán atraído al helado metal del picaportes.
De un jalón abrí la puerta para ser recibida por dos enanos bien vestidos en un cuarto oscuro postrados en un pequeño sofá que trataba aparentar ser de madera como su otro acompañante inanimado, una mesita llena de todo tipo de manchas.
Sin pensarlo dos veces, grite a todo pulmón “YO!” Sin ningún motivo, sin ninguna advertencia y sin hacer preguntas.
_”¿Yoyako?” Mi hermana detuvo sus intentos de sacarle conversación al muchacho y rápidamente volteo a responder mi repentina e inesperada entrada; Su amiguito se quedó callado y observante, dejando que mi hermana se encargara de hablar.
_”¿Todo bien por aquí?” Exprese lo más tranquila y relajada que pude, como si no hubiera entrado al cuarto gritando idioteces.
_”¿Era necesario entrar gritando a mi cuarto…?” Pregunto mi hermana.
_”Solo quería saber si… Todo… Estaba bien por… ¿Aquí?” Trate de soltar las palabras lo más honestas posibles para confundir sus pequeños cerebritos pero aun así, ambos me miraron con una mirada que transmitía de todo menos confianza.
Aunque haya puesto un ligero y amigable énfasis en “¿Aquí?” más que en el que puse en las demás palabras y soltado una risita al final, seguían mirándome de la misma manera… Estos niños eran buenos… Tal vez demasiado buenos…
Estaban a punto de desenmascarar mi fachada, pero no debía olvidar mi entrenamiento metafórico, mantuve mis nervios a raya y no me salí de personaje.
Pero Meyako cambio su mirada de desconfianza por una ceja levantada y dijo con una mueca algo arrogante en la cara _”Ya me estás dando miedo, ¿Qué quieres?”
Al sentir la respuesta fría y sin emociones de Meyako, me encogí sintiéndome un poco acorralada y mi mal habito de voltear hacia los lados y limpiarme el sudor mientras busco una salida entro a la sala, exigiendo que apoquine por mi ineptitud en asuntos sociales básicos.
_”N-No me presentaste a tu amigo!” No obstante tuve que reducirme a semejante nivel como para sentir que debía usar mi legendaria agudeza y comprensión mental para llegar a dicha respuesta.
Al imitar su emoción y energía diaria, sentí que la confianza que Meyako tenía en mi subió por unos cuantos puntos.
_”Oh!” Expreso sorprendida.
_”Juju…” Una pequeña sonrisa, acompañada de una risa malvada ahogada entre mis dientes rechinados, se dibujó en mi rostro al ver que el plan funciono a la perfección.
_”Claro!”
_”Oye tú! Preséntate!!”
=”¿Oye tu…?”= Me pregunte a mí misma al ver como mi hermana trataba a su amigo como un esclavo doméstico cualquiera.
Tras escuchar las demandas de mi hermana el muchacho se levantó del sofá y alzo la mano con una dicha que no se la quita ni dios, como si estuvieran pasando asistencia.
_”Disculpe Señora, fui obligado a venir aquí.”
Tenía varias preguntas rondando mi cabeza, pero la que más resaltaba era: _”¿Como que señora?”
_”N… No fue mi intención ofenderla.” Supongo que lo dije con un tono lo suficientemente amenazador como para asustarlo; Aunque solo estuviera pensando en voz alta.
La luz de luna que se asomaba por la ventana me cegaba, así que me escondí de la luz y entrecerré los ojos, no tomándole mucha importancia a lo que había dicho el niño.
Suspire _”Como sea…”
El muchacho repentinamente volteo a ver a Meyako con una cara de disgusto, pego un pequeño salto del sofá, se acercó a mí y murmuro _”Vera, hoy en el receso estaba alejado de mi grupo de marginados debido a que ayer no había dormido muy bien y sentía que literal me iba a desplomar en cualquier segundo, fue entonces cuando Meyako tomo la oportunidad de acercarse a mí, charlamos un rato, una cosa llevo a la otra—“
_”¿Una cosa llevo a la otra?”
_”N-NO DE ESA MANERA!!!!” Pude ver como su alma se salía de su cuerpo, supongo que pensé demás mientras escuchaba la historia y puse una cara aterradora.
Voltee un segundo a ver el espejo que tenía mi hermana en el cuarto y vi entre todas las calcomanías a nada más y nada menos que una bestia salida de las mismas profundidades del abismo parada frente a un infante probablemente con un severo trauma después de presenciar dicha aura de hostilidad.
No soy muy buena con los niños de otros por cierto.
_”C-Como sea, una cosa llevo a la otra y de repente ella me invito a casa de su hermano, claro que estaba a punto de rechazarla, pero en ese momento parecía que estuviera a punto de romper en llanto así que decidí aceptar, pero justo antes de dejar la escuela, Meyako también me invito a pasar la noche aquí…! Creo que mi corazón ya no puede más con esto…! Por favor sálveme…!” A pesar de la diferencia de edad y altura, hablar con este niño era casi lo mismo que hablar con un adulto…
Junto las manos como si rezara por mi intervención, y me miro con los lacrimales llenos.
=”Según lo que me conto y su forma de actuar, pude llegar a la conclusión de que era una especie de genio prematuro el que me dirigía la palabra, pero el simple hecho que tenga la misma edad que mi hermana y sepa dialogar de esta manera era fascinante… Si logro nutrir su sobre desarrollado cerebro con todo el conocimiento que el dinero pueda comprar, tal vez en el futuro pueda brindarle grandes aportes a la humanidad…”=
=”Pero el que yo sea su sugar mommy también abre las puertas hacia la posibilidad de que él llegue a desarrollar sentimientos hacia mí! Sentimientos de los que tal vez pueda aprovecharm—=
_”Señora…?” Ah, pensé demasiado…
_”¿S-Se siente bien?, su cara se puso roja…” Al ver que hice de la situación incómoda, rápidamente puse mi mano en mi barbilla y fingí hacer como si estuviera mirando a los astros mientras pensaba.
_”Ya veo.”
Voltee la mirada a mi hermanita, con lo cual ella respondió con una sonrisa vacía.
_”No deberías estar trayendo niños a la fuerza a casa, eso es secuestro.” Le respondí con el mismo anonimato emocional mientras que fruncía el ceño y demostraba mi dominancia como hermana mayor al golpearla repetidas veces en la frente con los dedos.
Me cruzo por la mente pedir un rescate, pero mis bolsillos ya estaban desbordando dinero, así que sin importar la calidad del niño, no valdría la pena.
¿Qué?
Solo uno los puntos en mi mente y armo un mapa hacia el camino más beneficioso con las opciones que me da la vida.
_”Es que… No tengo muchos amigos…” Tras terminar la oración, realizo un discreto movimiento circular en el suelo con la suela de su zapato, haciéndose la inocente, mientras que me miraba con una cara de perro callejero que te observa en silencio en la lluvia mientras bebes café en un balcón, haciendo que sientas un arraigado sentimiento de culpa y tristeza, posteriormente arruinando tu tarde.
¿Muy específico? Sí.
A pesar del sollozo de mi hermana, el muchacho se levantó de su asiento, mientras escondía su desvergonzada expresión al mirar al suelo y rascarse la nuca, y dijo _”Y-Ya se está haciendo tarde, creo que debería ir a casa…” Y sin importarle medio mundo, se dirigió hacia la puerta, como si fuera su propia casa.
_”L-Lo siento mucho, buenas noches…” La educación y los modales ya estaban muertos a este punto, así que use mi ingenio para evitar que mi hermana llorara por tres semanas, amargándome la vida posteriormente.
Entonces…
_”Oye!” Voltee un segundo a ver la única fuente de luz en la habitación y me percate de algo…
_”¿Huh?” El muchacho se detuvo a un paso de dejar atrás la oscuridad que cubría el cuarto y adentrarse en la luz del exterior.
Fue entonces cuando comenzó mi plan maestro…
Esos enanos estaban jugando RuneBound, un RPG que casualmente yo ayude a fundar y en el que era considerada una de los diez jugadores más fuertes de todo el servidor.
_”¿Juegas?” Al hacer la pregunta, el muchacho inmediatamente volteo la mirada y me miró fijamente; Pude ver un destello de emoción en sus ojos.
_”Claro.” Repentinamente su voz y actitud cambiaron, esta vez era temible e imponente, no podía aguantar que mis malos hábitos salieran a la luz al ver lo emocionado que estaba, era como si su ego alimentara al mío.
Parece que al igual que yo, él también se tomaba muy enserio el juego, de cierta manera la curiosidad que tenía me excitaba, quería saber que tan fuerte era ese niño como para poner una cara tan arrogante.
No me excitaba de la manera en la que piensas por cierto, no es ese tipo de historia…
Luego de unos cuantos minutos fugaces, ambos ya estábamos en posición y listos para batallar.
Meyako estaba a mis espaldas brindándome apoyo moral y un terrible masaje de hombros.
_”Recuerda para que entrenaste! Él no sabe por lo que has vivido, esto tan solo es un obstáculo en tu camino, estas peleando contra ti misma, quítalo del med—!”
_”¿¡De que maldito entrenamiento estás hablando!?” Al ver como la intensidad de sus masajes aumentaba mientras más se emocionaba, procedí a pincharle los ojos con los dedos para que se detuviera.
El muchacho estaba estirándose en el sofá como si estuviera a punto de correr una maratón.
_”¿Listo?”
_”¿Cuando tú lo estés?” Dijo interrogativamente el muchacho con suficiente sudor en el rostro como para inundar todo el cuarto.
Luego de que nuestras afiladas miradas chocaran con una competitividad indescriptible, ambos nos estiramos del sofá a alcanzar los controles. El mío extrañamente estaba tan viscoso que literalmente sentía como se deslizaba por mis dedos pero a su vez era tan pegajoso que no podía liberar mis manos, mientras que el suyo estaba tan pulido y resplandeciente que pude ver como sus retinas ardían ante el simple reflejo que rebotaba del mando.
_”¿¡O-Oye te encuentras bien!?”
_”Como nunca.” No sé si era ilusión mía, pero juzgando por la expresión que tenía mi hermana, sus ojos en verdad estaban en llamas.
RuneBound es un juego de rol online masivo que ambiciosamente combina las mecánicas de un juego de pelea cualquiera con un rpg. Un jugador puede pasarse media vida entrenando solo como un lame botas partiendo el teclado mientras golpea al aire para ganar experiencia pasivamente o simplemente puede ir a cazar monstruos con un grupo y perder todas sus cosas por un mísero promedio de experiencia, pero yo, yo me especializaba en el área de ir a por los jugadores de nivel más bajo y arrebatarles su experiencia en una pelea “justa”.
En este mundo era conocida como “Zero, La calamidad” el 2do jugador más fuerte en lo que respecta al modo jugador contra jugador, habían más probabilidades de que me partiera un rayo a que este niño me ganara en un combate.
_”Bien, haremos esto.”
Cruce los brazos con confianza y monte los pies sobre la mesa mientras que bebía a sorbos una malteada que Meyako sostenía frente a mí.
_”Si yo gano tendrás que quedarte a pasar la noche con mi hermana y volverte su amigo, sin rechistar.” Cuando solté esas palabras, Meyako dejo salir un sutil “Yaaaaaay…!!!” instintivamente mientras que agitaba los brazos con una mirada inexpresiva.
_”Me imagino que ya sabes lo que pasa si yo pierdo.”
Su postura paso a una más cabizbaja, haciendo que acogiera un aura más intimidante mientras su flequillo sombreaba sus ojos y su boca se hacía una media luna inclinada.
Luego de una risita fantasma, el muchacho levanto el rostro con una mirada fría y penetrante mientras que me sonreía vilmente
=”Maldita sea! Esta parece una de esas escenas en las que el protagonista se enfrenta cara a cara con el antihéroe borde! Se me sale el corazón de la manga!”=

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