Tu olvido. Soneto clásico.
--
Tu olvido.
--
Dijiste que jamás me olvidarías
que ni pediendo toda la memoria
pues estaba signado yo en tu historia
entre buenos momentos y alegrías.
Iban pasando así los lindos días
cargados de emoción y mucha euforia,
pero de pronto se acabó mi gloria
y de desinterés tú te cubrías.
Debí aceptar tu olvido sin clemencia,
y acostumbrarme a la terrible ausencia
que produjiste con esa partida.
Ni siquiera un adiós tú me dijiste,
y me quedé tan solitario y triste
que me marcaste de dolor la vida.
que ni pediendo toda la memoria
pues estaba signado yo en tu historia
entre buenos momentos y alegrías.
cargados de emoción y mucha euforia,
pero de pronto se acabó mi gloria
y de desinterés tú te cubrías.
y acostumbrarme a la terrible ausencia
que produjiste con esa partida.
y me quedé tan solitario y triste
que me marcaste de dolor la vida.