La calle muda
Hoy les traigo un breve cuento, más bien una descripción, intensa, en blanco y negro, acalorada. La foto es propia.
La calle estaba muda, solo yo parecía haber sobrevivido a aquel día caluroso y triste.
Nadie sabía hasta cuándo íbamos a estar así, esperando que el virus desapareciera, que descubrieran la vacuna salvadora.
Pero hoy el día se detiene, mira con ojos sordos, pinta con un sudor espeso, gris.
Las horas cuentan segundos detenidos en una calle desconocida.
Al fondo, la montaña misma nos abandona cabalgando a grandes pasos en un dromedario mitológico.