Hola queridos amigos, amigas y colegas escritores stemmians, por acá me encuentro una vez más agradecida primeramente con Dios Padre por permitirme abrir los ojos ante este bello y maravilloso día.

Quiero compartir con ustedes parte de mi vida personal de una manera poco convencional para salir de las rutinas, me atreveré de alguna manera a innovar.

Soy una señora… ¡grande!, de familia… ¡grande!, de cuerpo… ¡grande!, de manos…¡grandes!… de sentimientos… ¡grandes!, de pensamientos e ideales… ¡grandes!

Tengo 51 años de edad, nacida en el mes de las flores, geminiana, soy amante de la lectura y la escritura, de la educación y de los niños; soy alegre, con espíritu jovial, echadora de “vainas”, “hablachenta” (dijeran por ahí), rumbera y buena bailadora de salsa brava, latina caribeña con el son y el guaguancó brotando de las venas, amante de la buena cocina y, ¡buena cocinera! En otras palabras, soy de cualidades… ¡grandes!

He sufrido grandes pérdidas en la vida, un hermano, mi adorada madre, tias, tios, primos, primas, amigos, amigas. Vivo con mi esposo, convivo con mis tres hijos y dos nietos, converso con mi padre y mis tres hermanos, consiento a mis sobrinos, bis-sobrinos, tatara-sobrinos y chozno-sobrinos; comparto con tíos, tías, primas, primos, con Raquel y todo aquel. Los sentimientos por mi familia son… ¡grandes!

¡Amigos! Soy educadora de profesión, vocación, amor y pasión, defensora activa de los derechos del los niños, niñas y adolescentes de este país, mi camino inició con los niños excluidos dese un Sistema Educativo no Formal, luego el transito como maestra en una escuela pública, más adelante con Fe y Alegría y de ahí pa´lante, ¡agárrense que voy en bajada!, cien por ciento comprometida con mi trabajo, crítica, crítica y cada vez más crítica de un modelo educativo tradicional arcaico y envejecido presente hoy en Venezuela pero firmemente convencida que desde allí, ¡daremos el cambio! Qué le puedo decir, AMO mi profesión… ¡en grande!

De mis puntos negativos, no me gustaría hablar pero como toda guerrera se los voy a recitar (Carcajadas)

Abuela:

Sustantivo común perteneciente al género femenino: Dícese del parecido físico con la abuela paterna.

Erti

Sustantivo propio asignada al género femenino utilizado para pronunciar el nombre de la amada abuelita (Belkis), pronunciada de una voz tierna, pasiva y amorosa (mi nieto Matias).

Negra:

Adjetivo calificativo, malintencionado, discriminatorio y racista. Voz aguda, grave y esdrújula perteneciente al género femenino asignado para llamar a la “Chiva que pario tres” es decir, la más negrita de la casa (yo).

Tati:

Sustantivo común perteneciente al género femenino: apodo asignado por mi hermana por no saber pronunciar mi nombre, como estímulo receptivo también lleva ella el mismo apodo, en conclusión, no sabíamos hablar.

Urrunqueta:

Adjetivo calificativo utilizado por la voz mayor de la casa (mi padre) como un apodo para denotar la voz ronca de una persona o sea, yo.

Hasta aquí llega mi historia mis queridos lectores, se les quiere, se les lee, se les vota, se les critica, se les sugiere, se les felicita, se les augura muchos éxitos y se le recomienda a @fandelfekir modificar la norma en cuanto a la cantidad de palabras porque a veces no hallamos como parar.

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