SI "CAPERUCITA ROJA" HUBIERA TERMINADO DIFERENTE...

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La niña se arregló bien la caperuza color rojo que la protegía del frío y cuyo uso frecuente había dado lugar a que la llamasen Caperucita Roja. Iba por un sendero llevando consigo una cesta con comestibles para su abuela que estaba enferma.

Se detuvo frente al bosque, sabía que si lo cruzaba cortaría camino y llegaría a casa de su abuelita en solo media hora en tanto que si tomaba el sendero habitual, sin pasar por el bosque, tardaría dos horas en llegar. Suspiró. Su mamá le había hecho prometer no cruzar el bosque a causa de que en el mismo se decía que vivía un lobo come-gente. Tenía qué cumplir su promesa, así que siguió por el sendero lateral al bosque.

Sin embargo, en el borde del mismo asomó una peluda cabeza adornada por una húmeda nariz y dos ojos enrojecidos y brillantes.

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• Oye, niña ¿Dónde vas?
• A visitar a mi abuelita que está enferma. Le llevo de comer.
• Mmmm ¿Y dónde vive tu abuela?
• No más al pasar el bosque
• Y ¿Por qué vas por ese sendero? Mejor te va si cruzas por el bosque, llegarás más rápido.
• No puedo cruzar el bosque, mi mamá me lo tiene prohibido.
• Quizá piensa que te perderías en él si vas sola, pero yo te acompañaré, conozco cada palma, cada árbol. No hay peligro de que te pierdas.
• Gracias pero le prometí a mamá ir por el otro camino.
• ¿Nunca has desobedecido a tu mamá?
• Nunca
• Traducción: Niñez aburrida ¿Y tu mamá de niña nunca desobedeció a sus padres?
• No se, tal vez, era bastante tremenda, dice que le pegaban mucho por eso. Pero ha mí nunca me han pegado porque siempre hago caso. Además, mamá confía en mí.
• Está bien niña obediente si quieres me das la cesta y la dirección de tu abuela y yo se la llevo. De acá a que tú llegues por ese camino ya ella habrá hecho la digestión.
• No, gracias, llevo comida para las dos, para que almorcemos juntas conversando.
• Ah, okey, pero dime la dirección de todas formas, visitaré a la abuela yo también cuando tú no puedas venir para que no se sienta sola. A mí me gustan mucho las abuelitas (Y se relamió)
• Bueno…sí, está bien, mi abuelita vive no más pasar el bosque, donde está un gran samán, al lado hay una roca inmensa y tras la roca está su casita.
• Ah, tras la roca, por eso no la había visto. Okey, obediente niña, en otro momento nos veremos.

El lobo se adentró en el bosque, lo cruzó se guió por la roca y le fue muy fácil ubicar la casa. Más fácil aun dar cuenta de la viejecita lo cual calmó un poco su apetito, pero no del todo. Tomó ropa de la abuelita para disfrazarse, se colocó un encantador gorrito que tapara sus orejas y se arropó hasta la nariz.

Cuando llegó Caperucita pensó que su abuelita debía sentirse muy mal porque no atendía sus llamadas. Tocó, pero el lobo, en pleno proceso de digestión, se había quedado dormido y estaba despatarrado en la cama.

Caperucita se asomó a la ventana y notó con espanto que era el lobo vestido como su abuelita, de inmediato se dio cuenta que él se la había comido y la terrible impresión le produjo un infarto al miocardio y murió de inmediato.

El lobo despertó al rato, le extrañó que la niña no hubiera llegado, salió, la vio y también se la comió. (599 palabras)

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