El Amor en Tres Pasos (Concurso de Escritura)

Amor, paso 1: Maravilla

Se camina por el infierno y de repente se ve una flor. Los ojos son atacados y el alma se llena de un invasor más tarde bienvenido.

Ya no se camina por el empedrado ardiente, se detiene el tiempo y empezamos a volvernos otro. Alguien de corazón dilatado y signos encontrados.

Queremos ahora la violencia del deseo, una caricia que rompa distancias y derribe muros. Y luego quizás el silencio, la plenitud del presente eterno en mañanas de cobijas revueltas.

Todo esto imaginamos, y con verbo de plata construimos puentes y armamos comparsas. Ya no se camina, se desfila.

Amor, paso 2: Entrega

Ya se tiene jardín que contemplar, y la flor no es silvestre. La regamos con rocío de anhelo y la abonamos con fragmentos de ideal.

Nos damos completamente a este nuevo mundo. Vuelo rasante en cielo despejado, las nubes son colchón de sueños y prisión de otros horizontes.

¿Qué es lo que en verdad hemos encontrado?. Que te lo diga la lluvia: el Sol tiene miedo de las sombras que arropan. Aún la suavidad asfixia.

¿Cuándo es más hermosa un ave?, ¿al cantar en jaula de oro, o al dejar que su trino se pierda en la lejanía?, ni la vista, ni las manos, ni el aliento vuelan. Se han perdido en la estatua que ancla la voluntad a un jardín de cristal ahumado.

Amor, paso 3: Pérdida

Que no te extrañe si la tierra se disuelve, si el verbo argento ahora trasega agua de mar. La raíz, de tu flor y de tu esencia, está desnuda.

Ya vivimos la violencia del deseo, y el altar gime el tiempo ahora reiniciado. ¿Qué es lo que sangra a través de sus grietas?.

¡Las plumas y el trino!, se alejan mas allá de las manos que aún tratan de sostener a la flor, se alejan de los labios cuyo brillo se oxidó.

¿Volvemos a ser o somos algo nuevo?, lo uno o lo otro pasa de largo por un corazón que no resuena. Se abre nuevamente la calle. Caminamos por el infierno recordando una flor.

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