Esa sensación es como una raqueta que golpea una pelota, hay que hacer el mayor esfuerzo para que esta llegue al otro lado, y no hiera al otro, esta sensación se convierte en fuerza y esta luego de entrenar con constancia, esfuerzo y disciplina se convertirá en la energía interior que todo lo puede, transforma y trasmuta.

Debemos buscar el enchufe correcto que nos conecte a los sueños que visualizamos, de manera que a pesar de los bajones de energía, llamados problemas, obstáculos o indiferencia, podamos recargarnos de buenas vibras, y contagiar con estas vibraciones nuestro entorno.

Esforzarnos en suprimir la fiebre del ego y luchar para que triunfe el desapego, el amor es esa energía vital para conquistarnos a nosotros mismos, sin ella, nos costara un pocos más, tendremos que realizar un esfuerzo mayor, será tan desgastante que impedirá sentirla en nuestro interior, y probablemente nos desvíe del camino, hacia la búsqueda del ser interior que habita en nosotros y que en la mayoría de las veces ignoramos o desconocemos que existe, ignoramos que tenemos un enchufe interior para conectar con él, lo básico es descubrir que lo tenemos y donde debemos conectarlo.

En la medida que percibamos la energía del amor, sabremos como canalizarla, la identificaremos como una fiebre, al igual que esta produce síntomas, debido a que esta energía tiene diferentes maneras de manifestarse en nuestro interior, sus variantes pueden ser: el amor solidario, fraternal, reflexivo, incondicional, llamado por los griegos Ágape, también pudiéramos sentir esta energía manifestarse como: amistad , lleva a compartir con otros, es la energía del intelecto, cuando la sintamos sabremos que nos visita Philos, en nuestro círculo familiar y con amigos muy queridos sentiremos el abrazo de storgé, y cuando percibamos mariposas en nuestro interior por la química con otras personas, estaremos en presencia de la energía de Eros, esta encierra la pasión, es el sentimiento apasionado de éxtasis experimentado en el comienzo de una relación nueva, donde la atracción física y la pasión son las fuerzas motoras.

Finalmente cuando experimentemos en nuestro interior la manifestación del amor, sabremos canalizar esta energía en sus cuatro cualidades y no confundir la intención de cada una de ellas.

Es vital para ello realizar un trabajo interior para desarrollar las dos cualidades de esta energía, la trasmutadora en nuestro interior y la transformadora en nuestro exterior, producto de trabajar arduamente en la primera se hace presente la segunda, cuando trabajamos en ambas, logramos conocernos a nosotros mismos, a querernos, valorarnos y valorar nuestro entorno, es la única manera de llegar a ser exitoso en la vida que conozco, si alguien tiene otra manera me gustaría compartirla…