Árbol caído...
Árbol caído…
El árbol yace en la tierra.
Su madera cuarteada por los años
y las grietas profundas que lo atraviesan
secan las lágrimas del cielo
que jamás lo tocaron.
El árbol yace en la tierra
con su savia seca
mientras ejércitos de hormigas
salen despavoridos ante la muerte inminente.
Quiso el árbol un día
desprenderse de sus ramas y sus frutos
viajar con la brisa que lo estremecía,
saber qué inspiraba la poesía
y vagar por los cielos del mundo.
Quiso el árbol un día
conocer de la libertad que ofrecía
dejar la tierra que lo ataba
y así como si nada
ser vagabundo como el mar
dejar los recuerdos atrás
y todo lo que tuvo antes
pero lo que nunca supo
es que un árbol
jamás podrá ser
ni nómada ni errante,
porque aunque las raíces le dan vida,
al final terminan siendo su ruina.
Como el árbol,
el hombre roto
desfallece en mitad de la nada.
Es un lunar sin sangre
que presagia un bosque desolado,
cubierto de hojas muertas,
que crujen en el otoño temprano.
El hombre, como el árbol,
desnudo y de madera seca,
está lejos de alcanzar el cielo,
está más cerca de la tierra.
HASTA UNA PRÓXIMA LECTURA, AMIGOS
*Todas las fotografías fueron tomadas y trabajadas con mi celular Blu C4CO5Ou. Android dua