Concurso de cuentos #fotocuento - Semana 5: LA LEYENDA DEL VAGABUNDO.

Había un vagabundo, que iba por las calles de España, soñaba con ser reconocido y que le dedicaran un día al año, pasaba todo el día pidiendo limosna para poder comer, cuando se encendía las luces del barrio buscaba un lugar donde dormir.

Un día el rey de España le llegó una carta que decía:

_ Si no dejas tu puesto te voy a asesinar y destruiré a tus súbditos.

El Rey con mucho miedo, empezó a pedir guardaespaldas y probadores por si la comida estaba envenenada, pero nadie quería, porque tenían miedo de perder su vida por el rey.

Cuando al pobre vagabundo se entero fue al rey y le dijo de rodillas:

_Yo lo are mi señor, yo te cuidare, como usted ha estado cuidando a su pueblo.

El rey tan asombrado por su valentía le dice:

_Tu pobre hombre, tú serás mi mano derecha.

Le dice a sus sirvientes que le den una habitación de finos lujos, el vagabundo muy feliz, sabía que está arriesgando su vida pero también sabía que si lo hace lo van a reconocer, que es lo que tanto quiere.
Pasaron unos días y no había pasado nada, un día le llego al rey una carta de un viejo amigo que tenía tiempo sin ver, que decía:

Veámonos de nuevo en el bosque de las sombras cerca del abismo a las 4:00 pm.

El rey muy emocionado no se dio cuenta de que era una trampa y empezó a alistarse, pero el vagabundo sabía que algo andaba mal y le aviso al rey, pero el rey no lo escucho porque pensó que eran puras patrañas, así que el vagabundo se presentó antes disfrazado como el rey.

Cuando llegó todo estaba silencioso, de pronto una sombra misteriosa se le acerca por atrás y le apuñala con un cuchillo, después se da cuenta que no es el rey y se enfurece, en su momento de cólera, el vagabundo con las pocas fuerzas que tenía lo empujo asía el abismo dejando el cuchillo en el suelo.

Cuando el rey llega, vio al pobre vagabundo ya fallecido y el cuchillo en el suelo y se dio cuenta del sacrificio que hizo, por salvarle la vida.

Desde entonces cada año, en el verano a las 4:00 pm encienden las luces de las calles a la misma hora que falleció el vagabundo recordando el sacrificio que hizo.