Concurso de cuentos #fotocuento: EL LEGADO

Alex observaba meditabundo aquella vieja embarcación mientras pensaba en su pasado, presente y futuro, los cuales veía reflejados en “EL LEGADO” nombre con que el abuelo había bautizado ese barco hace ya algún tiempo…

La historia de toda su familia se encontraba resumida allí, en ese pueblo pesquero y toda su infancia y adolescencia había transcurrido escuchando los cuentos y hazañas de los hombres del pueblo, hombres de mar. Pero él se sentía oxidado, amarrado a un destino incierto, como ese barco, esa reliquia familiar que ahora solo era chatarra; apreciaba lo que sus padres habían hecho de él, su crianza y formación, pero no estaba a gusto en ese lugar, sabía que más allá había un mundo por descubrir, ver y recorrer, ya la pesca no era tan prospera como tiempo atrás y era hora de tomar otro rumbo, de tomar decisiones, de dejar atrás el pasado sin remordimientos, ni culpas y avanzar… Aunque sabía que causaría dolor.

Además, en realidad nunca quiso ser pescador, se limitaba a ayudar y acompañar a los mayores en ciertas ocasiones, por mero compromiso, sin atraerle ese oficio. En esas ocasiones, miraba atrás y veía a un pueblo pasivo, tranquilo, sumiso, los veía moverse como autómatas, haciendo siempre lo mismo, sin novedades y se negaba a que su vida fuera eso, les tenia cariño, como no hacerlo si allí había nacido, crecido y vivido hasta ahora; familia y amigos sinceros eran parte de aquella bandada de humanos curtidos por el sol; pero se sentía tan ajeno a todo eso.

Ahora ya era un hombre y debía decidir si continuar anclado en ese pueblo por continuar una tradición, por comodidad o por no enojar a sus viejos, o zarpar hacia otros puertos, en busca de otro destino diferente al que se le dibujaba de quedarse allí. Le gustaba escribir, durante las noches se asomaba en la ventana de su cuarto y veía las estrellas, el mar y escribía poemas en un cuaderno de hojas gastadas que guardaba celosamente bajo su cama, quería ser escritor, ir a la universidad, ser un hombre de letras, como los autores de los pocos libros que había leído.

En todo esto meditaba recostado a las barandas del muelle, dejándose abrazar por la suave brisa marina, no era fácil desprenderse de toda una vida y sabia que aquel lugar siempre estaría con él, pensaba inmortalizarlo en alguna de sus futuras novelas, que llevaría por nombre “EL LEGADO” y con la cual rendiría tributo a sus orígenes, a sus antepasados, y así se encontró esbozando una sonrisa. Ya comenzaba a caer el sol, debía ir a casa, armarse de valor, reunir a sus padres e informarles de la decisión que había tomado, no podía quedarse allí, debía seguir sus sueños, intentar por lo menos cumplirlos; demostrar que todo lo que sus padres le habían enseñado, todo lo vivido y aprendido en ese pueblo era una herencia que siempre llevaría consigo y que él solo lo utilizaría para forjar su propio legado.

El concurso #Fotocuentos propuesto por @rahesi está de cumpleaños y para celebrar este ejercicio fotográfico literario nos invita a participar nuevamente por este mes. Si te interesa participar las bases del concurso aquí

_{Fuentes:
Imagen cortesía de @rahesi
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