Concurso de cuentos #fotocuento - Semana 14: La casa mágica

  En un triste jueves de enero, estábamos rumbo a lo que sería nuestro nuevo hogar. Estaba acostumbrada a eso, pero esta vez había algo distinto; no íbamos a una gran ciudad, en esta oportunidad nuestro destino era un pueblito.  

Después de horas de viaje, llegamos, papa al parecer tenía problemas para encontrar la dirección de nuestra casa. En ese recorrido largo y aburrido no me encontré a mi misma buscando, entre tantas, la casa de mis sueños porque si no estaba en las grandes ciudades ¿Cómo estaría en un pueblo como este? 

De un momento a otro papa se adentro en un sendero, al parecer ya sabía a dónde íbamos, en el camino mirando por la ventana ¡LA ENCONTRÉ! No podía creerlo ¡la casa de mis sueños frente a mis ojos! No podía describir la emoción de que sentí, durante tantos años, en diferentes ciudades del mundo, siempre la busque y jamás la encontré, pero ahí estaba, una enorme casa llena de colores, con ventanas enormes y cortinas realmente llamativas y un precioso jardín lleno de flores de todos los colores, formas y tamaños imaginables ¡era perfecta!  

Mis padres decían que era una casa sombría, descolorida y que parecía una casa fantasma, no entendía cómo podían describir de esa manera tan preciosa casa, después de unos cuantos días admirándola decidí llegar hasta ella para poder mirarla de cerca, me encontré a una ancianita regando el jardín, quien me invito a pasar y yo, sin dudar, acepte la invitación… Entre una larga charla, risas y unas increíblemente deliciosas galletas decidí contarle mi fascinación hacia su casa y le comente también sobre el desacuerdo que había entre mis padres y yo. De pronto su expresión cambio completamente, sus ojos se cristalizaron y solo me miraba fijamente, ¿dije algo mal? 

Luego de un rato de incomodo silencio, la ancianita me conto: Nadie nunca se había acercado a esta casa antes, sienten miedo con solo verla, en el pueblo todos comentan que es una casa embrujada y quien vive aquí hace magia… no están muy lejos de la verdad, si hay magia pero no la hago yo. Compre esta casa hace muchos años, cuando recién la habían construido, quien me la vendió me explicó que la casa reflejaba todo lo que llevamos dentro, por ende quien no esté en paz consigo mismo y con el mundo jamás vera la belleza que existe en ella.