Concurso de cuentos #fotocuento: Sed de aventuras

Esa era una parte del puerto por la que nos agradaba particularmente pasear al salir del colegio.

Algo nos atraía de esa especie de cementerio de navíos en el que se mecían esqueletos de antiguas embarcaciones ya carcomidas por el óxido y el tiempo.

Jugábamos a imaginar los viajes que había emprendido ese viejo barco en sus años juveniles, los puertos lejanos en los que habría atracado, los mares y océanos que había recorrido.

Era divertido imaginar que nosotros éramos la tripulación de ese barco, y que viajábamos con él hacia grandes aventuras.

Pero ese día deambulaba solo por esa zona del puerto, el día nublado había hecho huir en desbandada al resto y simplemente pensaba que en esa tarde destemplada y fría lo bien que se estaría navegando hacia playas tropicales para disfrutar y conocer mundo junto a ese barco amigo.