Un Cuento de Navidad #fotocuento: La Gracia del Niño Jesús.

rase una vez un ángel que había ayudado a tanta gente, pero a veces era muy infeliz. Se sentía tan pequeño y sin valor. «¿Qué puedo hacer para ser más valioso?», meditó el ángel. Ya, el ángel primero compró una nueva túnica blanco brillante. Al principio, el ángel se sintió tan bien y todos los demás ángeles lo admiraron. Después de un tiempo, se aburrió, por lo que compró polvo de estrellas brillantes dorados. Lo roció sobre su túnica y sus alas. Todos los otros ángeles fueron cegados por su belleza.

ero, días después, el ángel se sintió aburrido. Pensó en lo que podría hacerlo aún más hermoso, así que compró de todo su dinero restante una gran nube blanca que era tan suave como el terciopelo. Un rayo de luz solar cayó sobre la nube, de modo que brilló. El ángel se emocionó, se tendió en la nube y se desvió. No pasó mucho tiempo antes de que el ángel tuviera la terrible sensación de ser tan inútil, a pesar de todo lo que poseía y de la admiración de todos los demás ángeles. Tuvo que llorar terriblemente porque no sabía qué más podía hacer.

ace cuatro días, el ángel estaba tan triste y enojado que se alejó de los demás ángeles y ya no quería hablar con ellos. Hace tres días, el ángel miró la infinita extensión azul del cielo y se sintió vacío y muerto. No más de dos días, sintió un rayo de sol en su rostro. Luego pensó por un momento: "¡Qué caliente se siente el rayo de sol!"… «¿Qué debo hacer con un rayo de sol? ¡Él tampoco me ayudará!», inmediatamente se preguntó a sí mismo.

yer, volvió a aparecer el rayo de sol. El ángel pensó: "En realidad, el rayo de sol es lo mejor que tengo, es algo que puedo compartir." Hoy, el ángel pensó en el rayo de sol de la mañana e imaginó lo bonito que sería si regresara. Fue cálido para su corazón y sintió cómo todo se sentía diferente al pensar en el rayo de sol. Feliz el Ángel, en víspera de Navidad, comenzó a ir y venir en su nube y pensó lo bueno que era estar tan dichoso por su descubrimiento.

l rayo de sol fluía a través de todo su cuerpo cada vez más. La energía de la luz se esparció en él y el ángel recuperó nuevas fuerzas. Agitó las alas y voló hacia los otros ángeles para contarles sobre el rayo de sol. En el camino había innumerables rayos de sol y se sorprendió de que nunca los había visto antes. El cielo azul no estaba vacío como solía ser, sino un mar de luz. De repente, el ángel sintió que estaba en el cielo y nada podía quitarle ninguna esperanza, ya que ahora sabía cómo transformar el poder del calor interior que lo hacía todo milagroso:

"¡es la gracia del Niño Jesús en cada rayo de sol!"

Te invitamos a participar, ven, te esperamos, visita la publicación del reto convocado por nuestra amiga @rahesi.

𝕷𝖊𝖘 𝖉𝖊𝖘𝖊𝖆 𝖚𝖓𝖆𝖘 𝖋𝖎𝖊𝖘𝖙𝖆𝖘 𝖉𝖊𝖈𝖊𝖒𝖇𝖗𝖎𝖓𝖆𝖘 𝖊𝖓 𝖕𝖆𝖟 𝖞 𝖆𝖗𝖒𝖔𝖓𝖎́𝖆, 𝖗𝖊𝖈𝖔𝖗𝖉𝖆𝖓𝖉𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖈𝖊𝖑𝖊𝖇𝖗𝖆𝖒𝖔𝖘 𝖊𝖑 𝕹𝖆𝖈𝖎𝖒𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔 𝖉𝖊𝖑 𝕹𝖎𝖓̃𝖔 𝕵𝖊𝖘𝖚́𝖘.