Concurso de cuentos #fotocuento - Semana 5: Mundo de color.
Hoy les vengo a traer mi participación en otro concurso de literatura. ¿Qué les puedo decir? Me agrada participar y encontrarme en cada uno retos fabulosos que explotan mi imaginación. Así que este no será el primero ni el último. Los invito a participar porque es una gran iniciativa por parte de @rahesi Si les interesa vayan aquí.
Pasar por aquella esquina era casi tan seguro como el que tener que alimentarse. Su escuela quedaba cruzando la calle de piedrita y construcciones de aspecto barroco. Frecuentemente andaba con la mirada perdida en los detalles forjados por personas ya en sus féretros, por algún motivo cada decoración le maravillaba, le hacía soñar en el día que ella misma pudiera hacer un arte tan inefable como aquel.
Sonreía con dulzura a las personas que por segundos le miraban, tal vez fascinados por la jovialidad de su andar. Después de todo era una niña inocente, sólo veía un mundo de color, uno en donde las personas eran amables y altruistas, uno donde el odio no existía entre la perenne alegría.
Una tarde de regreso a casa, observó a un caballero calar su cigarrillo al tiempo que le daba vuelta a la hoja de su periódico. No podía atisbar bien su rostro, pues un sombrero negro ocultaba la mitad. Pasó por su lado sin poder evitar subir la mirada. El hombre le sonrió con el cigarro aún en los labios, sus ojos azules parecieron brillar por escasos segundos. Ella también lo hizo y siguió su camino. La niña en su mundo había visto una sonrisa gentil, pero no era así.
Por dos semanas continuó su rutina y siempre que iba de regreso a casa allí estaba el sujeto puntual, bajo el mismo farol que destellaba reflejos azules con su luz. Él se mantenía inmutable leyendo su periódico con la colilla prendida. Para ella no había nada anormal. Lo que no notaba era cómo ese hombre le seguía con la mirada hasta desaparecer por la esquina. Y así continuó hasta su inminente final.
La niña regresaba a casa tarareando una canción. Miró al hombre del cigarro bajo la farola que actuaba como testigo de tal acto. Esta vez antes que ella pasara por su lado sin hacerle caso, él se movió con agilidad. La pequeña se sobresaltó al ver un paquete de golosinas frente a sus narices. Sintió su estomago revolverse.
—¿Quieres, pequeña niña? —Ella ni siquiera contestó. Asintió animada—. En el carro hay más, ¿vamos?
—¿Puedo?
—Claro. —Ella sonrió animada. No notó nada extraño, a su perspectiva era un hombre amable que le quería regalar dulces. ¿Por qué no?
Lo que ella no sabía es que en ese auto no había espacio para un mundo de color.
genial la idea
Así es ^^
Que excelente idea amiga
Es un gran concurso :D
Describes de manera sutil uno de los crímenes más terribles. Lamentablemente, la mayoría de niños que experimentan una situación similar, nunca llegan a superarlo, de una u otra forma, esos recuerdos retornan. (Si es que lograron salir con vida). Un abrazo @adrianaysm. Gracias por participar :D
Me interesó narrarlo desde la perspectiva de una niña inocente que no supiera de la existencia de la maldad. Fue un honor participar en este concurso. Y bueno, me gustó dejar un final un poquitico abierto jaja ¡Saludos!
Terrible, dura y horrorosa historia muy bien contada. Saludos.
Muchas gracias +---+ Me alegra que te gustara.
La historia genial, el mensaje excelente y el final fuerte y real a la inocencia de los niños, que Dios guarde a todos los niños del mundo.
Felicidades por tu premio @adrianaysm
¡Muchas gracias! +--+
Se me pararon los pelos @adrianaysm con este relato, que importante es decirle a nuestros niños que no hablen con desconocidos, que no acepten dulces de extraños y menos que se monten en sus carros. Felicitaciones!!!
¡Muchísimas gracias! :'D Estoy muy contenta que te haya causado esas sensaciones, sólo me indican que voy por buen camino. ¡Gracias por comentar!