Relatos de un demente: la lluvia
¿Viste el horizonte? Es decir, nuestro horizonte. Es hermoso.
La tierra es árida, seca y sin la más remota señal de vida; el aires cálido, muy cálido y húmedo, pesado incluso, sofocante, huele a carne descompuesta y a sangre.
En la lejanía permanecen erguidas las ruinas de lo que alguna vez construimos como raza, y están decoradas, los cadáveres mutilados y putrefacto cuelgan como adornos en árbol de navidad. El silencio sólo es interrumpido por algo, ¿Sabes qué es? La lluvia.
Si, llueve, llueve como nunca antes, llueve sangre, sangre de todos los seres que habitaron sobre la tierra, llueve sangre, llueve sangre, llueve sangre, llueve sangre en el horizonte.