Fuente

Los padres de familia entiende la educación como un proceso de mejora; ellos se ven obligados a aclarar en qué consiste este proceso y también a conocer adecuadamente la situación de cada hijo con referencia a su posible mejora.
Uno de los principales problemas para estos padres surge cuando comienzan a reflexionar sobre la objetividad de su apreciación de la situación de cada hijo.

Educar bien a los hijos no significa conocer y utilizar muchas técnicas, sino poner mayor intencionalidad en la actividad normal de relación humana en el hogar. Esta intencionalidad se basa en las facultades específicamente humanas; es decir; el entendimiento y la voluntad. Los padres querrán cosas para sus hijos, pero no basta con querer, la voluntad va siempre siguiendo el entendimiento.

Pero mientras que el hombre no reconozca el bien por medio de su entendimiento o razón, la voluntad no puede lanzarse a él. Por eso hay que desarrollar la voluntad y el entendimiento simultáneamente.

¿Cómo pedirle a un hijo que haga lo que nosotros los padres no hacemos?; o ¿Cómo pedirle que no haga lo que nosotros si hacemos? La autenticidad en los padres principia en una concordancia entre lo que se dice y lo que se hace. El niño necesita ver que los adultos viven una línea congruente.