El secreto del campeón (personajes - cuento infantil) Por G. J. Villegas

Era el más pequeño del grupo, siempre lo elegían al último por su tamaño y poca fuerza. Le encantaba, sin embargo, jugar a la pelota con los muchachos del barrio. El beisbol era su pasión.

Un día, un familiar lo noto algo deprimido y le preguntó que le ocurría.

–No ganamos hoy el juego, no pude batear con fuerza como los demás –respondió cabizbajo.

–Yo conozco la solución a ese problema –dijo su pariente– Es una fórmula secreta que solo los campeones conocen y uno de ellos la compartió conmigo hace unos años atrás.

–¿Me la puedes decir tío?

–¡Claro que si! Presta mucha atención.

Su tío le contó que el campeón le dijo que si quería ser fuerte lo que tenía que hacer era comer todas las verduras y espinacas que le sirviera su mamá en la cena.

–¿En serio dijo eso?

–Si, lo dijo.

Al niño se le iluminó el rostro, ya no tendría que ser elegido al último en cada juego. Podría ser el héroe de la competencia y hasta podría batear tan fuerte para sacar la pelota del parque. Todo eso pasó por su mente en ese instante.

–Pero debo advertirte algo –dijo el tío– Deberás comer las verduras y las espinacas por mucho tiempo para que resulte, y seguir haciendo ejercicios también.

–¡Lo haré tío! –respondió el niño emocionado.

Desde ese día comenzó a comer todo lo que su madre le servía para la cena y también el desayuno y el almuerzo. Pronto adquirió más fuerza y tamaño. Se hizo más inteligente y más hábil.

Muchos días después salió a jugar beisbol en el estadio del barrio. Fue su turno al bate, el lanzador envió una recta ligeramente alta y él logró darle un buen batazo. La bola se elevó y se fue lejos en el aire, parecía que iba a salir de orbita, al espacio. Fue un gran cuadrangular que recordó toda su vida.

Agradeció a su tío por aquel secreto de campeones que compartió con él…