La Voz Bautista (septiembre de 1948, Chile), El poder de la Biblia, Estancamiento de la civilización, La fuerza moral por antonomasia, Relaciones sexuales y matrimonio, Lamentos y quejas, La religión de Carlos Darwin, La religión/cultura

La Voz Bautista 40:9 (septiembre de 1948), publicación bautista chilena, Honorio Espinoza, Director. Temas claves:
Pág. 3–4: “El poder de la Biblia” (John R. Montt)
Pág. 5: “Estancamiento de la civilización” (Juan A. Mackay)
Pág. 7–8: “La fuerza moral por antonomasia” (Federico J. Huegel)
Pág. 8: “Relaciones sexuales y matrimonio” (Juan Savage)
Pág. 9: “Lamentos y quejas” (E. Báez)
Pág. 10–11: “Plan de radiodifusión evangélica en América Latina” (M. Garrido Aldama)
Pág. 11: “El cazador” (Claudín Rogginett)
Pág. 11: “Vencete y vencerás” (Luis J. Actis)
Pág. 12: “La religión de Carlos Darwin”
Pág. 13: “La religión como fundamento de la cultura” (Angel M. Mergal)
Pág. 15: “Principios Bautistas” (E. E. Folk)
Pág. 19: “Cómo una escuela dominical chica y deficiente se convirtió en una mucho más grande y mejor” (John. A. Parker)
Lecciones de Escuela Dominical (a cargo del Dr. S. M. Sowell)
Pág. 19–20: “Bernabé un varón bueno”
Pág. 20–22: “El escribano de Éfeso”
Pág. 22–23: “Eunice, Loida y Timoteo, una familia piadosa”
Pág. 23–24: “Una biblioteca de literatura religiosa”

"La civilización de Occidente está fincada sobre cimiento de religión…todo eso que llamamos nuestra cultura, es fruto inalienable de la religión cristiana. Todo eso permanece o se derrumba con el cristianismo en el día de hoy. El hecho asombroso de nuestros días se encuentra en este caos producido en la especie humana por el materialismo craso que impera en nuestro tiempo...En una generación hemos progresado más que nuestros antepasados en veinte siglos; pero, nuestros adelantos y progresos se traducen en guerra y hambre...Las naciones cristianas han olvidado su ideal—ideal inherente en la fe cristiana de una comunidad mundial gobernada por el amor, de una hermandad de todas las naciones, razas y clases bajo el gobierno de Dios—; han entrado en componendas con los dioses falsos del individualismo egoísta; han condonado políticas económicas internacionales que chocan de plano con las doctrinas de su fe religiosas...En nuestras almas y en nuestras mentes ha surgido una repugnante desmedida cuando se trata de utilizar las riquezas espirituales del pasado. Y con razón, ya que nuestro tiempo se caracteriza por la pérdida de la perspectiva histórica." (página 5)

"En una palabra, la Cruz de Cristo es el centro del universo, el eje de toda la economía de Dios. La vida de los cielos, lo mismo que la de la tierra, ha sido puesto bajo su dominio." (página 7)

"Un hombre tiene que amar a una mujer lo suficiente para querer hacer por ella cualquier sacrificio, proteger y nutrir a la madre de sus hijos. A la vez, una mujer tiene que amar a un hombre lo suficiente para sujetarse a él queriendo ver a otras criaturas en el mundo semejantes a él. Estando estos dos juntos, unidos por Dios y por su mutuo afecto, ellos satisfacen este instinto de crear, de procrear, para la gloria de Dios. Con reverencia, podemos decir que el hombre y la mujer son los colaboradores de Dios en este asunto. Pero la impureza pervierte y tuerce este instinto, convirtiéndolo en un insaciable deseo de placer, personal, lo cual al final acarrea dolor y daño al culpable. Entonces el hombre pierde de vista su fin primordial que el es de crear, y llega a ser un esclavo de su propio egoísmo, deseando nada más que lo que halaga a sus sentidos. La impureza, el adulterio, profana la familia y dan lugar al divorcio. Son la destrucción del vínculo que une a la familia, cuyos estragos son peores que la guerra. Corrompen la raza con la enfermedad, aumentan la delincuencia juvenil a causa de la falta de disciplina paternal y deshacen la base del orden social. El adulterio es, pues, un enemigo de la sociedad y de la nación." (página 8)

Habla de la evangelización por medio de la radio en página 10.

"Pero ni era ateo Carlos Darwin, ni lanzó su famosa teoría con los propósitos que le atribuyen los que desconocen su vida. En su juventud fue el notable científico un estudiante para el ministerio cristiano. Su vocación por las investigaciones científicas le apartaron, ciertamente, de su propósito de ser un pastor evangélico, pero jamás negó la existencia de Dios, y en los últimos años de su vida, cuando ya no podía viajar ni dedicarse como antes al cultivo y desarrollo de la Ciencia, su piedad volvió a subir al mismo o superior nivel que había alcanzado en su juventud. [Acostado en su lecho de muerte] [c]on una mano estaba señalando el hermoso paisaje, y en la otra tenía una Biblia que era objeto de sus estudios [el libro de Hebreos]...Le hice alusión a las avanzadas opiniones de algunos sobre la hístoria [sic] de la creación y el modo en que tratan los primeros capítulos de Génesis, aun muchos cristianos, desde que se popularizó su teoría. Él se sobrecogió grandemente, sus dedos se retorcieron y una mirada lánguida se apoderó de su rostro mientras decía: Era yo entonces un joven sin ideas formadas; no hice más que lanzar al público algunas preguntas, unas sugestiones [sugerencias], lleno siempre de duda acerca de todo, y, con gran asombro mío, aquellas ideas prendieron como fuego y la gente hizo de ellas su religión. Hizo después una pausa y habiendo dicho algunas palabras sobre la santidad de Dios y la grandeza de su libro mirando a la Biblia que tenía tiernamente en sus manos, añadió: 'Yo tengo un invernadero en mi jardín en el que hay cabida para unas treinta personas. Allí está—dijo señalando al través de la ventana—. Me alegraría mucho si usted hablara en él, pues sé que usted va leyendo la Biblia por los pueblos. Deseo que mañana por la tarde se reúnan en ese lugar los criados, los inquilino y algunos vecinos. ¿Me haría usted el favor de hablarles? —Pero ¿de qué les voy a hablar?—repuse yo. De Jesucristo—replicó él con voz clara y mucha énfasis, añadiendo después en voz baja—y de su salvación. ¿No es este el mejor tema?...Pocos días después, la prensa del mundo entero publicaba la noticia de la muerte del insigne científico..." (página 12)

"…la actividad religiosa constituye la frontera fija entre el mero animal y la animalidad humana. De este fenómeno religioso devienen las otras actividad exclusivamente humanas, como la artística, la ética, la filosófica, la científica, en una palabra, lo que constituye la cultura y la civilización. Genéticamente el sentido religioso es el fundamento de toda cultura humana." (página 13)

"La salvación del pecador puede ser totalmente por Cristo o totalmente por el pecador. Debe ser totalmente por la gracia o totalmente por las obras." (página 15)