La Voz Bautista (septiembre de 1928, Chile), El nacimiento y renacimiento del país, Respeto por la ley, Nuestra predicación del evangelio, La vida bautista en la vida del mundo, Nuestro púlpito, ¿Es el título suyo con derecho?, Nuestra Fe histórica
La Voz Bautista 20:9 (septiembre de 1928), publicación bautista chilena, W. Q. Maer, Director. Temas claves:
Pág. 3: “Hasta la vuelta, sres. Moore”
Pág. 3: “Editoriales”
Pág. 4: “El nacimiento y renacimiento del país”
Pág. 5: “Respeto por la ley”
Pág. 6–7: “Nuestra predicación del evangelio”
Pág. 7: “A la patria” (Pedro E. Olguin O.)
Pág. 8, 18: “La vida bautista en la vida del mundo”
Pág. 9–11: “Nuestro púlpito” (Dr. G. Campbell Morgan)
Pág. 11: “¿Es el título suyo con derecho?” (Trad. The King business)
Pág. 12: “Preguntas y respuestas”
Pág. 13: “Nuestra Fe histórica”
Pág. 15: “Los rayitos del sol” (Catalina de McGavock)
En página 4 dice que Chile necesita la fe que los bautistas traen, para su renovación.
En página 5 menciona Romanos 13 y el respeto por la ley siendo esencial.
Páginas 6-7 dice que tenemos que predicar como personas constreñidas por el amor a la gente del país.
"No comprendo ningún cristianismo que no se interesa en la vida nacional." No necesariamente en "la política partidarista". "El deber del ministerio cristiano es corregir el espíritu de la época. Y de este punto de vista declaro que la iglesia de Dios debe estar interesada en los asuntos nacionales". (página 9) "El mundo jamás ha visto una verdadera civilización. Aquella vendrá solamente cuando el reino de Dios viniera en su perfección". (página 10) Menciona que Lincoln citó a Wycliffe: "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, bajo Dios". (página 11)
En página 12, comenta de 1 Pedro 3:18-20 no habla de una segunda oportunidad escuchar el evangelio después de la muerte sino que Cristo a través de Noé predicó a los réprobos antediluvianos que parecieron en el infierno.
Página 13 habla de cuánta importancia tiene la doctrina y su enseñanza en la vida de bautistas.
“Podemos añadir que la vida saludable de la iglesia depende de la sana doctrina. Tome el caso de la iglesia de Jerusalén como ejemplo. Ellos continuaban en la doctrina de los apóstoles y en comunión. Su continua permanecía en la doctrina fue acompañada por un sentido de comunión y practica de ella. No es accidente que encontramos estas dos palabras, doctrina y comunión, juntas. Son inseparables en hecho. Lo que unía a estos cristianos era su aceptación común de las enseñanzas de Jesús y los apóstoles. Creían lo mismo, y la misma verdad era la posesión de todos, comúnmente. No hay comunión como aquella que es resultado de una posesión común de la misma verdad, de una experiencia común de su poder salvador y santificador, un gozo común en los efectos de su poder vivificador.
Las iglesias bautistas siempre en su historia han hecho énfasis de la doctrina. En estos se encuentra el secreto de su crecimiento rápido y de cooperación. No tenemos jefes para mandarnos. Nuestras iglesias son independientes y autónomas. Sin embargo, cooperamos la una con las otras iglesias bautistas. Tenemos una fe común que nos une con el amor cristiano. Los bautistas viven y florecen sobre sana doctrina. Sería difícil hallar una iglesia bautista fuerte que no hace uso de la doctrina en su ministerio. Al contrario débiles son las iglesias bautistas que omiten la doctrina en su programa". (página 13)
"No buscamos la unidad al costo de la libertad. (página 14)
