La Voz Bautista (junio de 1929, Chile), El problema bautista, Costo de ser Discípulo, Colaboraciones, La convención de Memfis, Le despojaron, Disciplina, Bajo su yugo, El Señor está cerca, Enigmas bíblicos, los que faltan a los cultos, 1a mentirilla

La Voz Bautista 21:6 (junio de 1929), publicación bautista chilena, W. Q. Maer, Director. Temas claves:
Pág. 3: “Ayudemos la obra de Molco”
Pág. 3: “¿Estamos aprovechando las ventajas de 'La Voz Bautista'?”
Pág. 3–4: “El problema bautista”
Pág. 4–5: “Costo de ser Discípulo”
Pág. 5: “Colaboraciones” (M. Fernandez)
Pág. 6: “La convención de Memfis” (R. C. Moore)
Pág. 7: “Le despojaron” (N. M. Bunster)
Pág. 8: “La disciplina” (J. L. Hart)
Pág. 9, 14: “Bajo su yugo” (Fred R. McArthur)
Pág. 10–11: “Escuela dominical”
Pág. 11–13: “Los bautistas y la unión cristiana”
Pág. 13: “Dedicación del nuevo templo en Talca”
Pág. 13: “El Señor está cerca”
Pág. 14: “Enigmas bíblicos” (A. R. W.)
Pág. 14: “Para los que faltan a los cultos”
Pág. 15: “Acuerdos tomados en la convención de 1929” (Marta de Mendoza)
Pág. 16: “La primera mentirilla”

En páginas 3-4, comenta sobre la unificación con otras denominaciones evangélicas: '¿Qué es? “Preservar la unidad de la obra cristiana y al mismo tiempo mantener la unidad en la obra”. Sí, es precisamente esto. El individuo es la unidad de la obra cristiana, y los Bautistas no estamos dispuestos de sacrificarlo. Una entera. Tenemos que depender de la gracia en nuestros corazones y sano criterio de cada bautista. Otras denominaciones sacrifican el individuo para mantener la unidad del total. Algunos aun aniquilan por completo al individuo. Los Bautistas no lo vamos hacer; respetar al individuo siempre será nuestra posición fundamental en la organización y actividad de nuestras iglesias. Se nos presenta el problema, y tendremos que luchar con él. Gracias al Señor hemos hecho algo de progreso al blanco, y por la ayuda de Dios lograremos más, manteniendo siempre la unidad de la obra, la cual es el individuo al mismo tiempo luchando para conseguir completa unidad en nuestra obra cooperativa.' (páginas 3-4)

En páginas 4-5, habla del costo de discipulado: '¿Cruz de Cristo? ¿Reproduce la experiencia cristiana hoy el calvario? ¿Es la vida cristiana moderna una de llevar la cruz, negándose a si misma? ¿En algunas partes, a lo menos, los cristianos, o los que llaman cristianos, no solo no quieren la cruz en su propia experiencia cristiana, sino han ido a tal extremo que deshacen al Señor la bendita cruz del Calvario. Para ellos, no hay necesidad alguna del “siervo sufriendo”. Su Cruz, su sangre, su muerte reconciliadora son cosas que ya han pasado su edad de utilidad; servían para una edad menos culta que la nuestra. Y en lugar de la cruz, la sangre, el sacrificio, están ofreciendo al mundo una mera moral, una religión fácil, sin cruz, sin sangre, sin negarse a si mismo. El Cristo del Cristianismo ha sido reducido a un Cristo chico e insignificante. Pero el Cristo incomparable, el Cristo de poder e influencia en el mundo, todavía demanda que el discípulo le siga por el camino de la Cruz, tomando el madero y llevando el reproche. Últimamente hemos leído este sumario que parecerá algo duro y fuerte, y a los que en verdad aman al Señor dará profundo sentimiento de corazón, porque saben que hay demasiado verdad en ella...En vista de esta pungente [que punge o puede pungir como espinas figurativas] acusación a la religión moderna, nos conviene hacernos la pregunta personal: ¿Es la religión mía impotente, vacía, careciendo de los elementos de vitalidad que caracterizaba la religión de los cristianos de otros siglos? ¿Es una religión fácil e incierta la mía? Volvamos a afrontar sinceramente el costo de ser discípulo como encontramos enseñando por Cristo mismo. Veremos que en adición a una fe personal y voluntaria en Jesús como nuestro Salvador, exige además, y tal fe implica, una crucifixión a nosotros mismos y el entonamiento del Cristo en el corazón, y haciéndonos someternos a él y siguiéndole en los sufrimientos de la cruz.' (páginas 4-5)

Página 5 dice que el pastor M. Fernández de la Iglesia en Valdivia vende sus 25 ejemplares (mensualmente) de La Voz Bautista en menos de una hora.

Página 6 dice que el Pastor Williams tiene la iglesia bautista (de negros), ubicada en Chicago, más grande del mundo, con 12.000 miembros.

En página 8, el misionero Hart habla de cómo hacer la disciplina en la iglesia (la continuación de artículo que apareció en abril de 1929).

"La entrada en las iglesias de personas no regeneradas, la caída de los regenerados en graves pecados, cuestiones personales entre los hermanos y las heregías [sic]. Ahora trataremos de estudiar lo que la Biblia enseña de la manera de aplicar la disciplina. La Biblia no es un libro de reglas, sino de principios, así que no sería posible formular reglas que satisfagan todos los casos de disciplina que puedan suscitarse en una iglesia. A continuación van unos principios: Hágase todo decentemente y en orden (1 Corintios 14:40) A menudo cuando se trata de un caso de disciplina, se produce un boche fenomenal, dividiéndose la iglesia en dos bandos en pro y en contra del procesado, y en consecuencia se originan desordenes que son indignos de miembros de una iglesia de Cristo. El desorden y la anarquía son obras del diablo y nunca deben ocurrir en una asamblea cristiana. Cuando un miembro de la iglesia da pruebas de no ser convertido, el pastor o miembro de mucha experiencia y tacto, debe tratar de mostrar al tal la necesidad de nacer de nuevo: “Hermanos, si alguno de entre vosotros a errado de la verdad y alguno lo convirtiere, sepa que el que hubiera hecho convertir al pecador del error de su camino salvará un alma de muerte y cubrirá multitud de pecados (Santiago 5.19-20) El que esto escribe en una ocasión tuvo el gozo de llevar al Señor a un miembro de la iglesia no regenerado y la iglesia voto de excluirlo y recibirlo como candidato al bautismo al mismo tiempo. En caso de que el miembro ya mencionado no se convirtiere debe ser excluido de la iglesia. Todos pecan aun después de convertidos. “Si dijéremos que no tenemos pecado nos engañamos a nosotros mismos y no hay verdad en nosotros” (1 Juan 1:8) Así que si excluyéramos a todos los pecadores no tendríamos iglesias; pero hay pecados que no deben ser tolerados o hay que pecados que no deben ser tolerados en la iglesia. El Apóstol Pablo, en primera Corintios 5:11-13 dice “Si alguno llamándose hermano fuera fornicario o avaro o idolatra o maldiciente o borracho o ladrón con el tal ni aun comáis y quitad a esos malos de entre vosotros”. Sin embargo, el proceso de averiguar el caso si es verídico o no, no es propio de una sesión de iglesia, no porque haya el deseo de tapar el mal, sino porque resulta a veces para aclarar el asunto sea necesario de dar unos testimonios que no convienen en una asamblea mixta. Sugiero pues que estos casos sean referidos a una comisión competente e imparcial, de averiguar la verdad y que la iglesia acepte el informe de la comisión sin discusión…No conviene que los modernistas, sabatistas paidobautistas, y otros que no aceptan las doctrinas del Nuevo Testamento, sean miembros de una iglesia bautista y en caso de que se hallen personas que profesen tales doctrina entre la membresía de nuestras iglesias deben ser excluidos." (página 8)

En páginas 11-13, habla de la imposibilidad de unión con los protestantes, pero sí podemos trabajar para la paz conjunto con ellos.

En página 13, se interpreta "el Señor está cerca" no referente a su Segunda Venida sino que está cerca cuando caemos en dificultades de la vida.