La Voz Bautista (abril de 1938, Chile), El caos y el cristian, ¿Qué clase de revista denominacional?, noche de San Bartolomé, La influencia de la Biblia en el hogar, Sirviendo a otras razas, Hallándonos en el servir, siervo victorioso, visión servir

La Voz Bautista 30:4 (abril de 1938), publicación bautista chilena, R. C. Moore, Director. Temas claves:
Pág. 1–2: “El caos y el cristiano”
Pág. 2–3: “¿Qué clase de revista denominacional?”
Pág. 3–5: “La noche de San Bartolomé” (Juan C. Varetto)
Pág. 5–6: “Visitando entre los bautistas de Argentina” (R. C. Moore - María de Moore)
Pág. 7: “La influencia de la Biblia en el hogar” (M. de Valette)
Pág. 14–15: “Sirviendo a otras razas”
Pág: 15–17: “Hallándonos en el servir”
Pág. 17–19: “El siervo victorioso”
Pág. 19–20: “Recibiendo visión para servir”

En páginas 1-2, hay muchos comentarios trágicos sobre las sangrientos luchas internas de Rusia y atroces de Alemania, además las persecuciones de cristianos.

"La mitad de Europa esta gimiendo bajo varias dictaduras no menos hipócritas en el uso de pomposas frases para engañar que los comunistas de Rusia, y no menos atentadores contra las libertades básicas. En su base los dos sistemas diferencian un poco. Los dos pretenden destruir la democracia existente; sí, aun la civilización existente, para construir sobre las ruinas su pretendida sueño de un mundo ideal. Los dos destruyen las libertades cuya conquista ha costado a la humanidad tantas lágrimas y sangre a través de los siglos. Los dos suprimen la libertad de trabajo, la libertad de expresión, sea por imprenta, asamblea, radio o de otro modo; y los dos igualmente tratan de obligar a todos a pensar solamente como ellos indican y como a ellos les convenga. Pastor Niemoller, valiente capitán de los submarinos de la Gran Guerra, trato de decir una palabra a favor de las libertades religiosas en Alemania, y por su osadía he estado recluido ya cerca de un año en campo de concentración hasta que aprenda a pensar… bueno, a pensar sin pensar. En Alemania, en Italia, en España nacionalista, como en Rusia no existe la libertad de adorar a Dios como uno quiere; si acaso hay libertad de adorarle en manera alguna...En tal estado de caos y locura colectiva ¿Qué puede hacer el cristiano sencillo? El ha proclamado, por su aceptación de Cristo, su fe en el amor en vez de la fuerza, en la persuasión en de la compulsión. El cree que los hombres valen porque son hombres delante de Dios, y no porque hayan nacido con tal o cual color de piel. Profesa creer en la justicia para todos los hombres aun cuando todavía no se ve realizado su ideal. ¿Habrá que renunciar todos estos ideales como inservibles? ¿Cristo ya no sirve para el mundo? ¿Debe someterse a las fuerzas arrolladoras, entregarse al lado que le ofrezca más comodidad y dejar como vanos e ilusorios sus esfuerzos para un mundo de paz y orden donde reine la justicia para todos los hombres mediante la difusión de los principios de Jesucristo? Verdaderamente la tentación es grande. Parece que hay fundamento para el pesimismo más negro. Hemos de recordar sin embargo, que Cristo Jesús lanzo el cristianismo a la vida en días como estos. El mundo puede seguir su curva hacia abajo hasta la completa destrucción de la civilización existente. Pero cuando nuestros hijos o nuestros nietos comiencen de nuevo la reconstrucción de un mundo ideal, habrán de levantar el edificio en las cenizas y ruinas del pasado, pero sobre los mismos principios que el cristianismo sustenta hoy día; porque son los principios eternos de Dios. El cristianismo está en una difícil situación hoy día. En muchos países está sufriendo hasta la muerte por su fe. Puede suceder lo mismo aquí mañana. Mientras tanto no vemos como el hijo de Dios puede prestar apoyo en manera alguna a estos movimientos políticos que, si llegan al poder, destruirían todas las libertades, y el cristianismo mismo. No vemos como el cristianismo puede ser ni comunista ni nacista, ni cosa semejante. Que sufra como buen soldado de Cristo, pero que no niegue los principios básicos del Señor que le compró". (página 1-2)

En páginas 3-4, se recuenta sobre el masacre de 60.000 cristianos en Francia, aprobado por el Papa, en San Bartolomé (Paris) y varias otras ciudades de Francia. Luego los Cristianos llegaron armados para defender sus libertades en el país.

"Algunos barrios estaban sembrados de cadáveres y las paredes salpicadas de sangre. El mismo rey hizo disparos desde los dorados balcones de su palacio y miraba cuando los muertos eran arrojados al Sena. En las provincias la matanza duro varias semanas alcanzando horribles proporciones en Meaux, Angers, Bourges, Orleans, Lyon, Lolosa y Ruán. ¿A cuánto ascendió el número de víctimas? Es difícil precisarlo, pero un cálculo no parece exagerado dice que fueron sesenta mil. Para colmo de la barbarie hubo grandes manifestaciones de regocijo. El cadáver de Coligny fue decapitado y arrastrado por las calles. El rey con toda su corte se paseó en medio del tendal de muertos. En Roma el papa hizo cantar un Te-Deum en acción de gracias y mando acuñar una medalla conmemorativa que llevaba de un lado su efigie y del otro un ángel con un espada y esta inscripción: Hugonottorum strages. 1572. También mando hacer un gran cuadro representando la escena con esta inscripción: “El pontífice aprueba el asesinado de Coligny” también el tétrico Felipe II recibió la noticia con júbilo. Se dice que fue el único día en que se le vio reír. Pasados aquellos días de criminal locura se despertó la conciencia adormecida de los culpables. Las famas veían sombras y pasaban noches de insomnio atormentador. El rey Carlos IX no pudo jamás calmar los terribles remordimientos de conciencia y creían siempre estar oyendo los alaridos de los verdugos y los gritos desesperantes de las víctimas. Había dado orden que no dejasen ni uno con vida; sin embargo, en sus últimos días, y hasta su muerte, fue una piadosa hugonote la que estaba a su cabecera consolándole. Los hugonotes resurgieron a pesar de la matanza y volvieron a levantarse en armas logrando en 1576 imponer al rey condiciones de paz que le permitían celebrar sus cultos y ser declarados aptos para el desempeño de cargos públicos. Aquellos tiempos de luchas sangrientas pasaron, pero queda para el cristiano la lucha que nunca termina, contra el pecado y el error. No hay persecuciones inquisitoriales, pero todavía “todo aquel que quiere vivir piamente en Cristo Jesús padecerá persecuciones” Con la mirada puesta en el capitán y consumador de la fe y teniendo a nuestro alrededor la grande nuevo de testigos y mártires que fueron fieles hasta la muerte, cumplamos la misión que nos toca hasta que él venga". (páginas 4-5)

En página 6, menciona el espléndido avance de los bautistas en la ciudad de Rosario, Argentina.

Página 7 dice que "En el hogar donde la Biblia es leída con más o menos frecuencias podemos notar el cambio en sus moradores."

Página 9 indica que hay dos enemigos de cristianos para exterminar: los licores y la guerra. En los EE.UU., nacen anualmente 300.000 niños de los 3 millones de embriagados, y salen "idiotas", ciegos, mudos o sordos.

Página 9 relata que en Rumanía hay mucha persecución de Bautistas por el Estado, dirigido por un funcionario del Estado que es un sacerdote católico. Los judíos también sufren mucho allá, y también en Alemania, Austria y Polonia. Además, las condiciones en China ocupado por Japón es aun peor, don los misioneros están tratados como prisioneros de guerra, y hay mucho frío y hambre.