UNA NOCHE DE LOCURA

in #erotico4 years ago (edited)

Es viernes en la tarde, hoy fue un día algo ocupado y además caluroso, aún queda un día más de labores, precio que debo de pagar por la independencia que igualmente me permite darme ciertos gustos que siempre soñé, como el decidir cuándo terminar. Decido que el día ya finalizó y merezco un descanso, abro el refrigerador y saco una botella de vino, regalo de una amiga en mi cumpleaños y me recuesto en el sofá a escuchar algo de música mientras tomo una copa. Han pasado unos minutos y suena mi teléfono, es Martín un compañero de la U, casi no nos vemos pero mantenemos en contacto, quiere pasar un buen rato pero le digo que mañana debo trabajar, entonces me pregunta que si no descanso los días festivos. El día tan agitado no me había dejado dar cuenta que este sábado era 1 de mayo, aunque las semanas para mi han cambiado, puedo decir que estoy trabajando más ahora que antes cuando era contratado, los días festivos si son de indiscutible para el descanso. Entonces acepto su invitación y me dice que me espera en su nueva casa, vive a las afueras de la ciudad en un nuevo condominio a 30 minutos de donde estoy. Me comenta que está con una amiga y me pregunta si tengo alguna que pueda llevar y así tener pareja para bailar. Le digo que debo averiguar si está disponible, colgamos y busco el número de Pilar, una amiga con la que estuve saliendo meses antes y justo nos habíamos encontrado hoy, estaba más bonita, ella ha sido una mujer que cuida mucho su cuerpo así que se mantiene en forma, no fuma, bebe socialmente sin exceso y lleva una dieta vegana, yo le digo siempre que es mi chica ideal. La llamo y me dice que justamente estaba recordando nuestro encuentro, se alegra, acepta la invitación y acordamos que la recojo a las 7.
Ya me encuentro en la portería esperando a Pilar, el portero me indica que ella ya viene bajando, son las 7:10 en mi reloj. Alcanzo a verla bajar del ascensor, viene con un vestido algo ceñido que delinea su figura y deja ver parte de sus piernas bien trabajadas por el ejercicio. Ella me sonríe a lo lejos y al llegar me dice que puedo subir la mirada, le devuelvo la sonrisa y con un gesto le indico que ella es la culpable, se ríe y se acerca para darme un beso muy cerca del labio como hacía tiempo no lo hacía, su figura siempre me había fascinado pero esta noche lucía mucho mejor y su actitud me daba señales de que la noche seria especial. Nos subimos al taxi que sabía ya nuestro destino, durante el viaje nos reímos recordando viejos momentos y yo no perdía la oportunidad de ver sus piernas, que por la posición que tomaba para hablar dentro de auto, su vestido dejaba ver un poco más, algo que a ella no le parecía importar en esos momentos, aun sintiendo la mirada curiosa de su compañía en este corto viaje.
Llegamos a la portería del condominio donde fuimos anunciados a Martin quien autorizó el ingreso del taxi, el portero le dio la indicación al conductor de cómo llegar, la casa estaba en la cima de una pequeña colina, era la última de un camino adoquinado e iluminado al estilo colonial. En la puerta se encontraba Martín esperándonos, me saludó efusivamente, le presente a Pilar e ingresamos. Adentro se encontraba Sofía su amiga, una mujer muy atractiva con un cuerpo bastante voluptuoso, tenía puesto un vestido rojo de tirantes con escote a los lados que llegaban hasta la cadera y que dejaban ver parte de su busto sin sostén. Ella traía dos cocteles que nos brindó como bienvenida, mientras Martín nos la presentaba y nos invitaba a ponernos cómodos. Nos sentamos en un sofá frente a una ventana por la que se podía divisar a lo lejos las luces de la ciudad, mientras conversábamos, Martín nos ofreció mostrarnos su casa, estaba muy orgulloso pues era algo que había soñado desde hace mucho tiempo y con gusto accedimos. Tenía una sala y comedor amplio, separado de la cocina por un muro dos sillas tipo bar. Un corredor llevaba a tres cuartos, el primero era del servicio el cual tenía destinado a herramientas y artículos de aseo, el siguiente era el de huéspedes con una cama doble que Martín nos ofreció para pasar la noche si así lo deseábamos, seguido estaba el baño social y frente a este, la habitación principal, las dos habitaciones tenían su baño privado.
Luego del recorrido Martín nos dijo que había pedido una pizza que acababa de llegar y nos pidió ir para el comedor donde Sofía estaba abriendo espacio en la mesa, le ayudamos mientras Martín recibía y traía la pizza. Nos sentamos cada uno al lado de nuestras parejas y quedando frente a nuestros compañeros. Mientras comíamos relajados recordábamos viejas anécdotas y nos reíamos, Martín es muy bromista y le gusta lanzar comentarios picantes y no desaprovechó para hacer algunos sobre el vestido de su pareja, quien le siguió el juego y con movimientos y gestos sugestivos le hizo sonrojar pues note que le empezaba a incomodar su pantalón y su posición le impedía disimular. De manera cómica le sugerí que debía detenerse si no quería pasar una vergüenza delante de invitados, todos reímos mientras terminábamos de comer la pizza acompañada de unas cervezas y luego nos dirigimos hacia la sala, ya con un ambiente más animado y propicio para el baile. Le pedí a Pilar que bailáramos e hizo lo mismo Martín con Sofía. Bailamos varias piezas así y luego Martín sugirió un intercambio pero aclaró, con una sonrisa, que era solo por un momento. Con ese intercambio pude entender por qué Martín se había sonrojado momentos antes. Cuando bailaba con Sofía, tenía mi mano en su cintura y con su movimiento de caderas alcancé a sentir calor de su piel bajo su cintura, que me indico que no llevaba nada debajo de su vestido, en un instante ella intencionalmente pegó su cuerpo contra el mío y deslizó levemente su cuerpo sobre mi pierna con las suyas entreabiertas, en ese momento sentí como mi miembro rozaba su entrepierna, fueron unos segundos pero hicieron sudar. Trate de disimular mirando el baile de nuestros compañeros de pista y afortunadamente Martín y Pilar bailaban mientras conversaban sin percatarse de mi situación, al final de esa pieza Sofía giró su cuerpo para ir donde Martín y simulando tropezar, hizo que sus caderas se posaran sobre mí, dejando salir una sonrisa provocadora y avanzando nuevamente hacía mi amigo. Después de esa pieza ambos, Martín y yo solo bailamos con nuestras parejas.
Ya era media noche y sonaba en ese momento un merengue suave de esos que incitan el baile cuerpo a cuerpo, le pedí a Pilar bailar mientras ellos disfrutaban el baile del otro lado de la sala. Pilar estaba más animada y ambos bailábamos más relajados, aproveche para colocar mi mano en sus caderas a lo que ella respondía apretando mi cuerpo contra el suyo. En un momento mientras disfrutábamos de la música desvié la mirada hacia nuestros anfitriones que bailaban junto a nosotros, ella miraba mi mano sobre las caderas de Pilar, con una sonrisa en su rostro y aprovechando el ritmo de la música, pegó su cuerpo al de él y movió sus caderas como masajeando su cuerpo con el vientre, mientras las manos de Martín llevaban el ritmo de sus caderas. En ese instante acaricié con más fuerza el cuerpo de Pilar deslizando mi mano un poco más debajo de su cintura y pegué mi rostro a su cabeza bajando la mirada y besando su nuca, ella respondió apretándome igualmente por encima de los hombros.
Una hora más adelante el sudor y el cansancio nos hizo detener por unos momentos, que aprovechamos para beber unas copas más, los cuatro estábamos cansados pero no queríamos que la noche acabara. Sofía se dirigió hacia afuera en el balcón para refrescándose un poco mientras Martín le traía una bebida fría y nos decía que iba a organizar la habitación para que nos quedáramos pues era ya tarde y podíamos planear algo para la mañana siguiente. Nosotros nos quedamos en el sofá frente a la ventana recostados el uno contra el otro descansando, yo me desabroché un poco la camisa y Pilar tenía su rostro sobre mi hombro, ella levantó su mirada y nos besamos suavemente. Mientras lo hacíamos, ella subió su mano por mi pecho y la introdujo debajo de mi camisa, deslizó sus dedos por mis vellos y tocó suavemente mis tetillas que ya están duras por la excitación, desabrochó un poco más mi camisa y bajó su boca hacia ellas mientras con su mano liberaba el botón de mi pantalón y bajaba lentamente mi cierre, introdujo su mano por debajo de mi interior para sentir la humedad de mi pene y continuó deslizando su mano para tomarlo suavemente y comenzar a acariciarlo, su boca continua en mi pecho lamiendo mis tetillas, yo cerré mis ojos mientras sostenía su cabeza para que no se apartara y continuara, le pedí mayor intensidad y con la otra mano le ayude con sus caricias bajo mi interior. Sofía, que creíamos con Martín en la habitación, entra por el balcón y en silencio comienza a disfrutar de la escena. Yo sostengo la cabeza de Pilar mientras ella tiene sus labios sobre mi pecho y acaricia con más fuerza mi pene que ya sobresale de mi interior, por un momento intenta bajar la cabeza hacia mi pene pero le detengo y entonces comienza a acariciarlo con mayor intensidad. En ese instante abro mis ojos y me doy cuenta que tenemos una bella espectadora observando en silencio con detalle cada movimiento nuestro, la excitación es alta y decido seguir disfrutando del momento, mi amante tiene sus labios sobre mi tetilla mientras la punta de su lengua la acaricia con rapidez. Suavemente subo su rostro y comienzo a besarle con intensidad, lamiendo y chupando sus labios húmedos, introduzco mi lengua intentando quedar con ese delicioso sabor en mi boca. En ese momento baja y siento como introduce en su boca mi pene ya erecto totalmente, siento su lengua deslizarse por la punta y todo el tronco mientras mueve muy lentamente su cabeza como masajeando todo mi pene. Acaricio su cabello y su rostro, mientras veo como Sofía se encontraba ya al comienzo del corredor un poco más cerca y más excitada, ella se acaricia los pechos por encima del vestido que deja ver sus pezones erizados, baja su mano hacia su entrepierna levantando ligeramente su vestido y se acaricia, en ese momento Martín llega sin interrumpir y en silencio se acerca a ella por detrás besando su cuello, tomándola por la cintura y los senos. Ella continúa mirándonos, excitándose y dejando que él le acaricie todo su cuerpo, mientras le desliza por los hombros las tiras de su vestido para bajar la parte superior y descubrir sus pechos que comienza a besar y acariciar con fuerza.
Ahora Pilar se levanta para bajar la parte superior de su vestido y descubre con sorpresa toda la escena, sonríe y continúa desnudando su pecho, sube hacia mí, me besa y me brindas sus pezones para besar, lamer y chupar, presionando con fuerza mi cabeza contra ellos. Yo aprovecho para subir su vestido, apretar sus nalgas con fuerza y acariciar su clítoris por encima de su tanga, sintiendo como se va humedeciendo.
Nuestros compañeros continúan sin detenerse, él la besa en el cuello mientras presiona uno de sus senos y levanta su vestido, ella no deja de mirar como Pilar presiona mi cabeza contra su pecho mientras apretó su cola y la abro para acariciar con mis dedos húmedos ese lugar prohibido, Pilar se mueve con un suave vaivén cómo intentando rozar su clítoris contra mi cuerpo e invitando a mis dedos a continuar su juego en ese pequeño lugar tan sensible. En este momento Pilar decide cambiar de posición, hace a un lado su tanga para sentarte sobre mí, yo también retiro mi ropa y dejo que se siente invertida sobre mí, para poder apreciar de frente la otra escena que está ocurriendo junto a nosotros y comienza a cabalgar suavemente mientras yo tomo sus caderas y las empujo con fuerza pero lentamente intentando sentir con mi pene, la máxima profundidad su vagina, levanto mi dorso, rodeo su cintura con un brazo y con el otro tomo sus senos que se mueven con el vaivén de su cuerpo, los aprieto mientras acaricio su clítoris y disfrutamos la acción frente a nosotros.
Sofía está con los pechos descubiertos contra la pared, su vestido levantado, su desnudez deja ver unas piernas y glúteos tonificados por el ejercicio, una talla menos que Pilar pero igualmente bella y provocativa. Martín tiene ya su pantalón abajo y el miembro erecto que frota en medio de sus nalgas, le acaricia los senos con fuerza mientras aprecia la belleza de los pechos de mi compañera entre mis manos, con sus pezones grandes y erizados cómo dispuestos para ser chupados. Martín le da vuelta y baja completamente su vestido quedando de rodillas frente a su vulva que sutilmente deja ver la húmeda, él la besa succionando suavemente sus labios pasando la lengua por sus labios húmedos y luego su clítoris mientras ella acaricia sus senos y coloca una de sus muslos sobre el hombro de mi amigo, recostándose ligeramente sobre la pared. Nuestra excitación aumenta y Pilar comienza a cabalgar con mayor intensidad, yo presiono con más fuerza sus senos y acaricio con mayor intensidad su clítoris buscando en ella múltiples orgasmos, no soportamos el limitado movimiento y cambiamos de posición nuevamente, ella gira sobre mí y quedas sentada de lado dándome mayor libertad para tocar todo su cuerpo y besarnos mientras continuamos viendo como Sofía comienza a gemir por el placer moviendo su pelvis en la cara de Martín. Él motivado por su compañera se levanta y con su miembro erecto, la penetra con fuerza mientras la besa y acaricia. Pilar aumenta el movimiento como queriendo recibirme pero yo la detengo y nos levantamos para colocarla en cuatro, con una pierna sobre uno de los brazos del sofá y le penetro con fuerza tomando sus caderas y esta vez logrando mayor profundidad hasta que deja salir por su garganta un leve gemido, que me lleva a continuar con más impulso mientras escuchamos como Sofía pide le pide entre gemidos, mayor intensidad señal de que está próximo su orgasmo pero sin retirar su mirada sobre nosotros que llevamos un ritmo más acelerado. Yo tomo a Pilar del pecho y su cuello, la levanto besándola y aprieto sus pechos con ambas manos, pellizcando suavemente sus pezones frente a nuestros compañeros. Pilar se mueve empujando firmemente como buscando sentirme aún más profundo, entonces la tomo de sus caderas y ella apoya de nuevo sus manos sobre el sofá, empuja sus caderas subiendo y bajando su cola sobre mi pene, buscando mayor penetración hasta que, presionando con mayor fuerza, me detengo por el aviso de la llegada de la tan esperada descarga, presiono intensamente su culo sobre mí, mientras siento cómo lleno su vagina y ella con movimientos más suaves, presiona aún más su cuerpo contra el mío. Cuando salen las últimas gotas, la tomo por el pecho y llevo sus labios a mi boca para fundirme en ella como intentando no dejar escapar esa energía y prolongar al máximo ese momento sublime.
Cuando dejamos caer nuestros cuerpos nuevamente sobre el sofá, no dejamos de acariciarnos y vemos que nuestros compañeros aún están ahí de pie desnudos besándose pero se van retirando hacia su habitación con una sonrisa cómplice en sus rostros cómo indicando que aún la noche continúa. Yo me arrodillo frente al sofá, poso mi boca en sus labios lubricados con mi semen, que ya empieza a brotar de ellos y que comienzo a recoger con mi lengua, mientras juego con su clítoris y logro hacerle estremecer nuevamente dando tiempo así para una nueva escena y una nueva descarga pero esta vez de otra manera igualmente excitante….

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