Fortaleza. Tercetos encadenados para Fourteenth challenge of lyric poetry with the word fortress!

Fuente

 

Estimados amigos, he escrito un poema con tercetos encadenados. Es la primera vez que utilizo este esquema estrófico, pero me pareció muy apropiado intentarlo para el adorable concurso de poesía lírica promovido por @felixgarciap. Pueden ver las bases de la edición vigente aquí: Fourteenth challenge of lyric poetry with the word fortress!.

El terceto encadenado tiene una larga tradición en la poesía española, sin embargo, el ejemplo que marca para mí su trascendencia no es tan antiguo. Me refiero al hermoso, y doloroso, poema de Miguel Hernández a Ramón Sijé. Es una elegía, pues se refiere al amigo asesinado; pero es, también, un poema atormentado. De manera que, es una elegía en clave lírica que canta la intimidad de ese dolor.

Veamos una estrofa de este poema para que se hagan una idea de la maestría de Miguel Hernández:

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
.
Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
.
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Aquí puedes leer el poema completo.

Miguel Hernández es uno de los ejemplos que mantiene mis expectativas altas. Garantiza que me esforzaré mas que lo suficiente. Y como quiera que la palabra de inspiración para esta edición del concurso fue fortaleza, y entiendo la fortaleza como esa cualidad del alma que se pule en las carencias y en el sufrimiento, mi poema iba a ser, por fuerza, atormentado. La elección de la forma fue hecha, en realidad, por el contenido que deseaba comunicar.
Antes de despedirme, explicaré un poquito de qué se trata esta forma estrófica.

Un poema realizado con tercetos encadenados no tiene un número fijo de estrofas, de manera que el poeta utilizará tantas como necesite. Las estrofas estarán constituidas por versos de Arte Mayor (yo escogí el tetradecasílabo o alejandrino). Aquí la exigencia mayor es de rima. El primer y tercer verso de la estrofa riman en consonante y el segundo ha de rimar con el primero y el tercero de la estrofa siguiente, de ahí el apelativo de encadenado, porque su rima está encadenada: ABA-BCB-CDC-DED…

En mi poema, escogí romper el esquema métrico en la última estrofa, para acentuar la cadencia de un final que contiene una acción en pleno desarrollo. Creo que así logro poner en la mente del lector la idea de la repetición terca de las experiencias que forjan la fuerza del espíritu. Espero no haberme equivocado y espero que lo disfruten.

Quedo agradecida.

Fortaleza

No existe ley ni cifra que abrevie mis empeños
Sino esta honda terquedad que de tornar maltrata
Y en abrazo tierno su porfía torna en sueños.

No tiene misericordia el destino que me ata
Ni tengo ni quiero su perdón ni su indulgencia
Y si he de perder, ya he perdido, luna de plata.

Es esta médula, como yunque a la paciencia
dando sin pausa, severa, y aunque haya duelo,
forma a su ardor, ignorando el llanto que silencia.

Es también el molino donde gastando muelo
Lo que aquilaté en la fiebre de las soledades,
Un tesoro de cal, olvido roto de otro vuelo.

Es el eco terco del dolor de las verdades
Médula y ardor, porfía y sueño, y así andando,
fortaleza voy, luna de plata, levantando.

Gracias por la compañía. Bienvenidos siempre.

 

 

¡Libertad para mi país! 

 

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