Creo que quizás chirríe un poco mi comentario, pues colocando en balanza todas las opiniones dadas, siento cierta parcialidad y juicio nublado respecto a una realidad que no podemos negar: el verdadero culpable es el sistema.

¿En qué me baso? Si bien es cierto todo lo que dice nuestro Sir acá en el post, me atrevo a recurrir al empirismo para recordar profesores que hicieron de los grandes temas de conflicto durante mi formación, temas de gran impacto y repletos de lluvias de ideas. Recuerdo en 8to año de secundaria, cuando en Biología el maestro de turno hizo uso del debate para plantear las grandes cuestiones sobre Creacionismo vs Evolución. Esto lo cito como ejemplos tangibles de la creatividad aplicada en el sistema educativo actual.

Ahora bien, también es cierto que de lo que hablo no es la regla, sino una ínfima excepción: eso lo sé. No obstante, nos indica algo: las escuelas pueden jugar correctamente su rol, pero es el sstema quien no incentiva a hacerlo.

¿Conocen a speakers? ¿Han visto sus conferencias? Llenas de emoción, motivación, tan didácticos y correctamente pedagógicos... ¿Por qué los profesores no son así? Porque la oratoria no es una exigencia para el catedrático. Porque sólo con saber el tema, y poder explicarlo créemos que ya eso es enseñar.

Personalmente, no creo en la necesidad de reformar las escuelas. A los griegos les funcionó muy bien. Lo que sí necesitamos cambiar es el sistema que rodea a la educación, elevando los estándares de los docentes, para que los mismos puedan hacer no solamente digerible la educación, sino también deseable.