Todo ser humano lleva consigo esa habilidad innata que es únicamente suya, es como nuestra huella digital que al usarla de forma adecuada nos hará único. Estos talentos, dones o fortalezas son nuestros diamantes y necesitamos buscarlos y una vez que los encontremos debemos quitar el polvo y pulirlos y pronto, nuestros dones y talentos, brillarán intensamente y nos servirán a lo largo de la vida. Debido a que nos tomamos el tiempo para buscarlos, el retorno de la inversión será más de lo que hemos imaginado. Hazte una promesa a ti mismo, que una vez que brillen tus diamantes, compartirás tus fortalezas con aquellos que te rodean en compensación de la gran riqueza que Dios te dio.