Formar estudiantes es un trabajo fuerte, sobre todo en la situación crítica que estamos viviendo en Venezuela.

Todos los días los docentes nos enfrentamos con problemas sociales, familiares,económicos entre otros, para el desarrollo adecuado en las instituciones educativas. El observar como diariamente algunos niños van solo a la escuela para comer al medio día es triste, creánme, eso parte el corazón.

Un problema que también nos estamos enfrentando en las escuelas, es ver como una gran cantidad de niños se sienten solos, debido a que uno de sus padres o en algunos casos los dos, se han tenido que ir del país para cubrir las necesidades básicas de sus pequeños. Este es un punto delicado porque les afecta emocionalmente. Ahora también tenemos que tratar con esta situación. Ver a un niño o niña llorar porque su padre o madre se ha tenido que ir, es duro. Nos ha tocado llorar con ellos y abrazarlos tiernamente.

A pesar de todo esto, continuamos con nuestro rol de maestro. Por eso, es vital que enseñemos a nuestros niños a ser estudiantes responsables, críticos, dinámicos y pensantes.

De a poco, y con esfuerzo, ellos deben ir alcanzando mayores niveles de autonomía en la organización del tiempo, aprender a trabajar cooperativamente, ser responsables con sus trabajos individuales, con su presentación, con el registro de lo trabajado en clase y con la posibilidad de identificar lo que se sabe y lo que se necesita aprender.

Propiciemos ese espacio y esa dedicación especial para que nuestros estudiantes puedan lograr dichas actividades siendo perseverantes, constantes, contenedores, exigentes y por sobre todas las cosas, comprensivos.

Recordemos que los estímulos positivos, ya sean verbales o escritos, son una buena herramienta para alentar y ajustar procesos.

Ningún niño es estudiante espontáneamente. Debemos dedicarles un tiempo prudencial para enseñarles a ser estudiantes.

Por último, hago un llamdo a todos los docentes de mi país a que sean más comprensivos, tolerantes, empáticos e incluso flexibles a la hora de enseñar porque la situación ha hecho que apliquemos nuevas estrategias.

Recordemos que los niños son el futuro del mundo. Queda de parte de nosotros poner nuestro granito de arena para que ese futuro sea mejor.