Padres ¿cómo me van a preparar?

En la película de Harry Potter hay una escena con el hijo de los tíos del aprendiz de mago; el gordo esta de cumpleaños y cuenta los regalos que le han llegado; de inmediato le pega el grito a la mamá, está llega rápido a su llamado; ¿qué pasa hijo? -Madre, me decepcionas- ¿cómo es que el año pasado conté 34 regalos, y hoy sólo hay 32? - hijo contesta la madre, hay menos, pero son más útiles y de valor superior; -de todas maneras, me han decepcionado, con esa tacañez-

En las sesiones de psicología de los colegios, no cesan las preguntas, de porque con algunos de nuestros hijos, no los podemos tener contentos, que si estimulándolos con premios logramos que aprovechen y se preparen para su futuro. La psicóloga de aquel taller, nos ha entregado un folio y un lapicero para que redactáramos, cómo fue, que nos trataron en nuestra niñez y adolescencia.

En la escuela dominical se aprende que hay dos clases de amor: -uno que es condicional y el otro que es incondicional- en mi primera juventud, me llego el tiempo de las prisas, quería vivir y experimentar el mundo; de pronto me encontré con que era padre de dos pequeños; tuve que des-andar mi camino y observar cómo me criaron; los regalos que me acuerdo me los tuve que ganar, prestando servicios a la familia, mediante ayudas con los quehaceres del hogar y los negocios familiares.

Si estamos actuando como los tíos de Potter, estamos convirtiendo a nuestros hijos en tiranos; si les resolvemos todo, van a creer que la vida no conlleva esfuerzo, límites y autoridad; crecerán sin experimentar las normas que debe haber en cada hogar, y esa sobre protección, les quita la oportunidad de aprender a ser responsables; y el nivel socio afectivo, será toxico a donde quiera que ese niñ@ o joven llegue.