OPINIÓN SOBRE EL ANÁLISIS MATEMÁTICO EN LA CIENCIA ECONÓMICA
Determinar una situación en donde la utilización de una concreta formula matemática pueda simplificar y especular el futuro de una determinada actividad productiva, puede al final de todo traer mayor seguridad a la hora de tomar decisiones sobre algún tema en concreto económico, como minimizar el margen peligroso por el cual un individuo camina en la senda invisible del futuro.
Una función como expresión de una relación, simplifica una situación donde la agrupación de diversos factores general uno nuevo, pero ¿en qué cantidad?, ¿con que eficiencia?, y ¿con que máximo?, son cuestión que se responden a partir de la optimización de una función ya sea, lineal, cuadrática o cúbica, que al final de cuentas es la transformación de la realidad en números y variables. Pero acaso este modo de ver una determinada situación económica no generaliza y deja de lado otros factores de vital importancia, el TIEMPO como factor rector de toda la actividad económica mundial, es pobremente representado en las matemáticas, marginándolo como un subíndice, o simplificándolo en formas grotescas e irreconocibles a la hora de tomarla en cuenta en un estudio.
La matemáticas por muchas limitaciones que tengan a la hora de volverse Dialécticas, tiene un papel en esta ciencia llamada ECONOMÍA, en ambientes estáticos o en situaciones con pocos factores involucrados, estas posee la capacidad de prever situaciones con exactitud milimétrica, ejemplo como ¿cuánto es el máximo de producción? en una situación de CETERIS PARIBUS, o cuales son los costos previstos con unos valores dados. LA derivada con mecanismo de obtención de la pendiente de la recta tangente, nos da a los economistas la posibilidad de calcular las variaciones marginales de variables en funciones, y ya que como todo buen economista LAS DECISIONES SE TOMAN EN TÉRMINOS MARGINALES, una herramienta como esta es versátil y fiable.
Bajo contextos problemáticos las matemáticas son todo lo bueno que pueden ser en la medida que sean razonablemente usadas, y no llevadas a un externo ultra-especulativo, el estudio de una función optimizándola es una buena herramienta demostrable, que origina el descubrimiento de los máximos y mínimos de una relación de variables, trayendo a colación un campo realista de acción a la hora de tomar decisiones, mezclando claro está, una economía matemática con una discursiva, para llenar los huecos de una con otra, complementándose mutuamente.
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