Servicio público del pasado

Mirar una cabina de teléfono te da de golpe la certeza de cómo en unas décadas la tecnología nos gana terreno y et deja dudas de qué más quedará en desuso antes de dejar este mundo por algo más tranquilo, yo entre tanto recuerdo que bajo mi edificio de Málaga cuando vivía con mis padres había dos cabinas, una en cada esquina y siempre había alguien esperando a que quien charlaba con un familiar o el novio de turno terminara para poder comunicarse con el mundo, era otra cultura inviable hoy día, no imagino a una chica de hoy cortarse en su conversación para que el ciudadano que aguardaba tras ella pudiera realizar esa llamada y cabe recordar que se usaba para todo, para pedir un taxi, comida, quedar con tus seres queridos, solucionar un problema con el banco o un recibo, se usaba para todo, unas iban con monedas y después se pusieron de moda las tarjetas de recarga para llamar sin dinero, se le dedicaron películas a estas cabinas y en algunos países se convirtieron en iconos dignos de ser fotografiadas y tu con ellas, sin duda un trozo de nuestra historia que hoy aún los viejos seguimos encontrando en alguna esquina y sabemos cómo funcionan.