CONCURSO CUENTACANCIONES; Recuerdos de un desahuciado- ojala que te mueras, Andres Cepeda

Es seguro, amor mío, que con este error te debo más que una disculpa, te debo mucho más, un perdón por cada lagrima provocada en ti quizás, y es que se me rompió el alma en el instante en que te herí y con cada pedazo de esta debo decirte que no fue a consciencia; no te odio, no te detesto por si es lo que piensas, es difícil no pensar en eso luego de herirte, lo sé. Pedir disculpas pensando que esto borra de alguna forma el daño hecho es tonto (de mi parte) pero te lo pido. Sé muy bien el odio que me he ganado, lo he confirmado en tus ojos y tus palabras, en tu petición, he hecho mal las cosas, he perdido la paciencia y dije esas cosas de las que tanto me arrepiento.

Perdóname por ser una persona capaz de ganarse tu odio de esa manera, a decir verdad creo que aún no me conoces o idealizaste una parte de mí, no soy ese ser perfecto que por momentos viste en mí, y pienso que el día a día nos quitó eso con que dimos inicio a la relación, ¿lo recuerdas? He notado muchas de esas cosas que hemos alejado.

Extraño nuestro romanticismo, darnos un beso largo, uno pícaro con pasión y deseo; sabes cuál es, era tu favorito. Pero últimamente note ese beso corto e interrumpido, cuando dentro de mí arde una llama por devorarte, por hacerte el amor de tantas maneras, por recordar cada espacio de tu cuerpo, esos espacios que aún tienen mis huellas... Mi amor espera tu regreso, lo que es imposible y por lo cual... sería mejor estar muerto.

Esta carta es solo de un desamparado, de una persona fuera de tu plano que aunque no ha muerto vive esperanzado deseando que así sea, pues mejor morir que sufrir en vida por la agonía de no tener a quien se quiere y por quien se vive.