CONCURSO CUENTACANCIONES; (Es mi sangre, no mis ojos-Comiéndote a besos)

Agacho la cabeza y miro mis delgados dedos que se mueven como si tuvieran vida propia. «Quiero comerte a besos hasta la eternidad». Me dijiste la última vez que nos vimos.

Pienso. Dudo. Dejo de mover mis dedos, y me agacho para dejar la carta en tu puerta. Ansiando irme antes de que puedas abrirla e intentes obligarme a retractar cada palabra:

Querida Paula,

Desde que te conocí en aquella plaza llena de palomas, has alegrado mi vida con la frescura de tu inocencia. Aún recuerdo tu hermosa sonrisa brillando como el firmamento cuando te invité a un helado por primera vez.

Sin embargo, estoy consciente de mi estado. La muerte me sopla al oído cada día. Los huesos me duelen cada día más, he bajado de peso, anoche tuve mi segundo período prolongado de fiebre y mi voluntad se está deteriorando junto a mi cuerpo.

Sé que son mis ojos y no mi sangre lo que ves en nuestra cama. Pero es mi sangre, no mis ojos, la que llevará todo a la mierda.

Aún recuerdo como sufrí cuando a mi madre le le diagnosticaron Sida. Entré en pánico, sufrí cada vez que convulsionaba y el camino hasta su muerte se convirtió en un viacrucis de hospital en hospital. No quiero eso para ti. Mi vida.

Quiero que seas feliz. Que le exhibas tu cabello desordenado a alguien que te complemente como mereces. Que tus ojitos azabaches no derramen más lágrimas a mi causa. Que abras tu soñado restaurant. Y que te conviertas en la mejor versión de ti misma.

Lo siento mi amor, pero aunque ahora mismo no lo entiendas. Es mi signo positivo el que convierte en negativo nuestro porvenir.

Adiós.