Diario de confinamiento, parte II

Dia cuatro de confinamiento: ayer salí, utilicé de excusa que quiero hacer una torta de piña, y me faltaban ingredientes. Todo mundo, por donde pasé estaba en su casa, salvo las personas del super, con las que tuve el cidado de no acercarme.

En la tarde me dediqué a saber de la familia que está en venezuela, supe que una tia está malita de una pierna, producto de una caida finales de enero, mi hermano no sé de donde saca dinero para comprar alcohol, porque ha pasado todo su confinamiento medio ebrio.

Ayer en la mañana, la vecina de la entrada del pasillo nos pasó unas empanadas rellenas de queso para el desayuno. En la tarde el compañero de cuarto hizo sopa, y de postre nos comimos la fruta que piqué para el desayuno. Bien tarde en la noche vino el amigo de una de las habitaciones de abajo a cenar, comimos pasta, y de postre uvas y golosinas.

Tosí mucho anoche, tengo flema y los sintomas propios del virus, todos, menos la fiebre ni la dificultad para respirar, y es lo unico que me tranquiliza.

El aguacate aun está verde, hoy haré arepas, con relleno de atún, tomate y lechuga. Sigo escribiendo, leyendo y tratando de no volverme loca, hasta ahora lo he llevado bien, creo, aferrandome a la esperanza de que no se extienda por mucho más tiempo, pero de todas maneras buscando una forma de trabajar desde aqui.