Crónicas de alguien en algún lugar del mundo.

Día 01: Hoy desperté sofocado, otra pesadilla más... pero ninguna de ellas se compraba con abrir los ojos nuevamente y pensar en todo aquello que significaba quitarme las cobijas de encima y poner los pies en el frío suelo de la mañana. En la vida de una persona normal, en un lugar normal no es tan desesperante despertar y dirigirse a sus labores diarias pero en la mía.. já.
Hace un par de años, quizás unos cinco o poco más todo en mi vida marchaba de maravilla, con tan sólo 20 años tenía un empleo espectacular en una gran empresa petrolera, ganaba el dinero suficiente como para irme de viaje cada 6 meses a las preciosas islas de mis país, viaje a playas, montañas y desiertos; todos los fines de semana mi familia y yo nos reuníamos a tomarnos unas cervezas y azar reces que no cabían en una mesa, podía ver a mis primos pequeños corretear por el patio y a mis abuelos sonreír porque la casa siempre estaba llena de gente y nada les alegraba más que vernos a todos juntos. En cada viaje que hacía acostumbraba a comprar un recuerdito o algún detalle para traerle algo a cada uno y sentarme a contarles lo bonitos que eran los lugares que visitaba.
Todos estaban tan orgullosos de mi, de lo que había logrado a mi corta edad.. un buen carro, un departamento en la capital de mi estado y aquella mujer hermosa que conquisté y con la que planeaba casarme algún día.
Hoy me encuentro aquí a punto de salir del pequeño cuarto que ahora habito a buscar un poco de agua en un balde para lavarme los dientes y esperar que mi vecina se apiade de mi y me regale un poco de café para meterle algo a la panza y comenzar mi día...