La luz del alma
Cuando la ansiedad era grande en mí, tu consuelo alegraba mi alma
Salmos 94:19
Comentario: Dios es nuestro consuelo, sustento y Señor. Solo su presencia llena de gracia y bendiciones pueden consolar nuestras almas cansadas y derrotadas. Por eso debemos buscarlo, y confesar nuestros pecados y tristezas. Pidámosle que alivie nuestra ansiedad y restaure nuestra pasión, gozo y la confianza de nuestra salvación.
Oración: Pastor Todopoderoso, en el ruido y confusión de los pensamientos sin fin y mis muchas preocupaciones, bendíceme con tu Espíritu Santo. Necesito tu consuelo y paz. Pido tu presencia y gracia. En el nombre de Jesús, pido. Amén.
Fuente:
http://www.laluzdelalma.com/vdh/