Según las noticias de los medios financieros entre el 19 y el 20 de marzo de 2018 se propondrá una regulación a las criptomonedas.
Los argumentos esgrimidos en las diversas declaraciones han sido tanto positivas como negativas
Entre las negativas tenemos que las criptomonedas se pueden utilizar para el lavado de dinero y el apoyo al terrorismo.
Entre las positivas que es una tecnología que revolucionara el mundo en que vivimos.
Ambas afirmaciones son ciertas y son parciales.
El lavado de dinero y el apoyo al terrorismo son previas a la aparición de las criptomonedas.
Lo realmente crucial y que no tocan los medios por falta de visión y capacidad analítica es la siguiente:
El bitcoin es la punta del iceberg, y ni siquiera será un protagonista principal entre lo que realmente se está gestando.
El mundo que conocemos tiene como instrumento de mercado el dólar, sin embargo su papel en el comercio futuro es incierto, la economía americana tiene grandes desafíos por delante.
Cosa que a muchos inversionistas pone en una situación inquietante. Todas las grandes fortunas tendrán entre sus principales activos dólares, los cuales podrían ser menos útiles que las estampillas de correo que casi no se utilizan actualmente.
La pregunta principal es en el fondo ¿Qué moneda sustituirá al dólar? Aunque esta también es corta, y debiéramos plantear ¿Qué sistema sustituirá al sistema financiero americano-mundial?
En la mitad de este camino hoy en breve se ve por ejemplo que ya no se necesitan los grandes centros de bolsa de países como Estados Unidos, Japón, Inglaterra, China, para levantar enormes cantidades de dinero y emprender.
Esto es más que el bitcoin o el lavado de dinero o apoyo al terrorismo, es la oportunidad de atraer capitales libremente si se apoyan los emprendimientos tecnológicos de una forma adecuada, y atacar al oligopolio de esos mercados de valores.
Es la oportunidad que países no desarrollados irrumpan en el mundo global con soluciones locales.
Y ese es el verdadero reto dar certeza en igualdad de circunstancias a que un inversionista de cualquier tamaño y hago hincapié en esto de cualquier tamaño pueda participar.
Cosa que hasta la fecha con el título de inversionista acreditado también ha servido de barrera de entrada o de discriminación a quienes con unas cuantas monedas de cualquier país deberían tener acceso. Por el simple hecho de que es su dinero.
Será irónico ver a un grupo de dinosaurios tratando de evitar la evolución de las especies, poner las nuevas reglas. Y digo irónico porque independiente mente de lo que acuerden, ya existe un sistema financiero paralelo y les creció en sus narices. Y no necesita de sus reglas para seguir existiendo.