NACER

in #creoenmi6 years ago

Cuando leemos, escuchamos, escribimos la palabra “NACER” enseguida visualizamos la imagen de un bebe recién nacido, en los brazos de sus padres. Hermosa imagen que ha dejado congelado a innumerables personas, desde que el mundo es mundo.
Les contare en estas líneas en que momento cambio esa imagen para mi...
Siempre que querido tener una familia muy pero muy grande, porque soy la hija menor de cuatro hermanos, además cada uno de ellos me llevan entre 9 o 11 años de diferencia, eso quiere decir que no vivimos los mismos tiempos, en la práctica fui única hija.
Luego de graduarme de Administradora, me case con un hombre que me gusta, admiro, respeto y amo; el mes pasado cumplimos nuestro 5to aniversario (aniversario de madera). En el 2do año de casados empezamos a la búsqueda de nuestro hijo, una labor que nos gusta mucho (jajajaja). Pasamos un año con mucha ansiedad, ansiedad que nos volvió automáticos con esa hermosa labor de concebir un hijo, después de hablar durante muchas noches es cuando tomamos la decisión de enfocamos en trabajar, lo cual nos gusta mucho.

Quiero hacer un paréntesis, para explicar que yo me realizaba mi control ginecológico, y para la Doctora estaba bien.
Al principio del año 2015 les dije que deberías buscar la opción de “adoptar” y lo coloco en negrillas y comillas, porque en mi país, el Estado está en mora con este proceso, ya que solo existe la opción de colocación familiar. Seguimos en el tema, nos iniciamos a la recolección de información solicitada por la casa hogar, luego la citas, mas releer las leyes para estar preparados. Pues le confieso que el proceso nos asustó y no continuamos.

Pues en el año 2017, para ser más específicos en mes abril nos enteramos que estábamos embarazados, la mezcla de emociones era grande para ambos. La manera de como los enteramos no fue la mejor, porque lo había abortado.
Sentí un fuerte dolor en mis caderas, pero fue uno solo, además sentí como “algo” grande estaba saliendo dentro de mí. Todo esto paso en el pasillo de un Centro Comercial, le digo lo que siento a mi esposo y nos venimos corriendo para la casa (corriendo no, en camioneta, bus, guagua), llegamos a la casa, entro al baño bajo mi ropa interior y vemos una bolsa rosada clarita… llore, grite porque sin ser médico sabía que era… Desde ese día creo en la intuición de una madre.

Vivo el proceso del duelo desde la culpa, sin llegar a la fase de reorganizar el sentimiento de pérdida, me quede en esa fase, y adivinen ¿Quién era e culpable de mi estado de ánimo?,! pues si! mi esposo, yo sentía que él no vivía el duelo, que él no sintió para nada la perdida de nuestro bebe, el seguía haciendo su vida como nada.

Pasaron los meses y mi situación seguía igual… hasta que en el mes de septiembre siento algunos síntomas extraños, entre ellos mis senos mas grandes, y una sensación que creo que ninguna mujer sabes explicar. Salimos corriendo para hacerme el examen de sangre, y el resultado salió POSITIVO, me dije, esta vez si vamos a poder. Fuimos al ginecólogo para realizarme el primer ecosonograma para ver a nuestro bebe, pues si vimos a nuestro bebe, era algo así (.), claro tenía 4 semanas de embarazo médico me dijo tómalo con calma, debes estar en reposo, y me mando medicinas. Como sabrán que esta noticia era internacional… ¡claro! Estaba embarazada.

Empecé a sangrar…, la risa y la alegría se volvieron grises, por primero vez sentí temor de volver a pasar por el mismo proceso de duelo (recordemos que no había salido del anterior). Una semana más tarde ya no había bebe.
No quería salir para no escuchar los comentarios que muchos dicen; ¡tranquila! Eres todavía joven, ¡no eres la única que ha pasado por eso!, ¡ay no llores!, ¡en caso de que no puedas, adopta!, ¡algunas no nacen para ser madres!, y les puedo asegurar que estos algunos de los comentarios más suaves que escuche en el proceso de duelo. Recomendación seamos responsables de las palabras que le decimos a una persona que está viviendo un proceso de perdida, porque este proceso de duelo es unipersonal, no hay manera de que dos personas lo viva igual.

Pues le cuento que pude ver a mi esposo con otros ojos, él estaba sufriendo al igual que yo, (no existe una manera de medir, pesar el sufrimiento para decir quien sufrió mas que quien) ya que lo escuché llorar a escondida, cuando hablaba por teléfono se le quebraba la voz; me dije que egoísta soy, él está viviendo un duelo al igual que yo. Me levanté gracias ver esa realidad, nos despedimos de nuestro bebe, lloramos juntos, hablamos, de que sentía cada uno, respete su momento, su manera de expresar el duelo, además conté con el apoyo de una Doula

“Una Doula es una persona que brinda apoyo emocional a las mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto, no son personal sanitario, ni realizan ningún tipo de tarea clínica. Wikipedia, la enciclopedia libre”

Llego en año 2018…, un año para cumplir varios de mis proyectos, he contado con el apoyo incondicional de mi esposo para la planificación, me dije este es mi año. Pues el 8 de enero le digo a mi esposo que debo hacer un examen de sangre, porque tengo la certeza de estar nuevamente embaraza, y el mi dijo ¿Por qué crees eso?, porque mis senos están muy grandes, y sin contar que estaba nuevamente esa sensación indescriptible. Nuevamente POSITIVO. Esta vez será diferente tome las precauciones de todos los niveles, médicos, físicos y metales.

El domingo 04 de marzo a las 12 m, empecé a sangrar otra vez, esta vez fue con mucha sangre, pues me quedé inmóvil en mi cama, y sentí que la vida se me iba, mi esposo desesperado hablaba y hablaba, realmente no lo escuchaba, yo solo quería quedarme hay, como mi bebe. Lo único que recuerdo es que mi esposo se descompensó, cayó en la silla, eso me hizo caer en la realidad, que tengo un esposo que amo y me ama, que no estaba sola, que el sufría al igual que yo.
Estaba en el proceso fue más duro, pero no hablo del duelo, hablo del proceso médico, estaba vez no teníamos seguro médico, así que nos tocó acudir a un hospital público, donde se atiende mujeres embarazadas. Llegamos a las 2 p.m, me solicita mis documentos para realizar el ingreso, me dicen que espere, la atención es por orden de llegada, yo era la numero 10, mientras yo esperaba ser atendida mi esposo estaba vez le toco esperar afuera, en la calle. Pasa el tiempo y yo sentada con dolor, sangrando, mache el pantalón, la silla, después de 6 horas de espera me dice la doctora que no me puede atender, que debo ir a otro centro de salud. Recuerdo la mirada de mi esposo asustado, porque después de 6 horas de larga espera, me podía ver, pero todo seguí igual. No conseguimos ningún medio de transporte para llegar a casa, así que nos tocó caminar hasta mi casa, recuerdo pararme por momentos por el sangrado, hasta que llegó un momento que ya no sentía, no veía, no era yo. El dia lunes fui a realizarme un eco para saber mi situación, pues la especialista me dice; “el embrión está muerto dentro, debes realizarte un legrado para que no te infectes” sin ningún tipo de tacto me dice eso. Voy el dia siguiente a un centro médico para ser atendida, lo que me preocupaba es que no estaba sangrando. La especialista me dice que debes comprar unos medicamentos que son abortivos, para poder realizar el proceso, me quede pensando que hacer. La cuestión no solo era esa, sino, primer punto, la venta en los bajos fondos de esos medicamentos son extremadamente costosos (no se compran en la farmacia, y la especialista lo sabía), segundo tengo una secuencia de dos abortos espontáneos, ¡no! ¡no!, tenía miedo de realizarme otro legrado y si me pasaba algo, porque existe un porcentaje de riesgo, yo no quería eso para mi. Les aseguro que este momento yo no pensaba en duelo, ni dolor, ni ganas de llorar, realmente esa no era prioridad.

La circunstancia entre tantas amistades buscando solución, llega una ginecóloga que me dice que me quede tranquila, que el cuerpo es sabio, y que él va a salir solo, en caso de que pasen 15 dias y no inicie el proceso, por favor llevarla a un centro de salud. Para mí fue una opción dentro tantas cosas que me decían.

El dia jueves de esa misma semana hable con mi mama sobre ni embarazo (porque estaba vez entre los dos tomamos la decisión de que debíamos decirlo a la familia cuando pasara el tiempo de riesgo del embarazo) mi mama me dio mucho ánimo. A las 6 pm inicio solo el proceso de expulsión de mi bebe, ojo para mi hay estaba mi bebe. Fueron 5:30 horas de proceso, pase por todas las emociones, dolor, miedo, ansiedad, desesperación y pare usted de contar, hubo un momento que baile. Las contracciones cada vez eran más seguidas. En este proceso estaba mi amado esposo, al pie del cañón, preocupado pensado que no era seguro, también sintió miedo, ansiedad, desesperación y porque no decir también dolor. A las 11:30 pm, parí porque eso lo puedo decir hoy, parí a nuestro hijo; y ver esa bolsa rosada nuevamente me dio la fuerza para sacar todo lo que tenía adentro, rabias, rencores, tristezas, angustias, dolor, estoy segura que en ese momento lloro mi alma…

Ha pasado poco tiempo, pero tengo certeza de que seremos padres de un hermoso bebe o quizás varios hermosos bebes, pero por ahora me estoy dando el tiempo para ser la creadora de un proyecto social en crecimiento personal en mi ciudad, la cual ha iniciado muy bien, y abarca muchas cosas positivas, no solo para nosotros sino para todos. He aprendido a creer en mí, que puedo ayudar a muchas personas, quizás desde mi propia experiencia o por la formación que estoy adquiriendo.

Con estas líneas no quiero que me visualicen como una víctima, solo quiero que aprendamos a ver el vaso medio , no medio vacío, quizás dirán que es una frase trillada, pero no. Hoy me atrevo a escribir lo que pase, y que las lágrimas producen contar mi historia, no es para ver lo no tan bueno, sino que estoy en un proceso de aceptarme, respetarme, admirarme y amarme

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