Pulso del Escritor: Adiós discos. Hola playlists. - @bonzopoe

La manera en que adquirimos y consumimos música ha cambiado con los años. Empezamos con los discos long play, o lp, que tienen su propia historia antes de poder ser hechos de vinilo y ser accesibles para el gran público. Luego llegaron las cintas magnéticas, que tienen también su historia hasta llegar a los cassettes que conocemos hoy día, y que en los 80's se hicieron muy populares con la aparición del Walkman de Sony, que por primera vez nos permitía poder llevar nuestra música a todas partes.

Luego llegó la época de los laser disc y compact disc, sobreviviendo solo los segundos. Luego apareció el mp3 y la posibilidad de digitalizar la música, y Napster entró en escena como el gran facilitador para poder compartir nuestros unos y ceros vueltos canción, y el Ipod de Apple le permitió a una nueva generación hacer lo mismo que el Walkman, pero a un nivel totalmente nuevo. Y ahora vivimos en la época del streaming, de la musica accesible a todos a través de dispositivos móviles como teléfonos y computadoras que ya ni siquiera necesitan almacenar de manera permanente las canciones para poder reproducirlas.

Con la llegada de este nuevo modo de escuchar música ha llegado la era de un bebé que nació con los viejos cassettes del Walkman, y ahora es prácticamente un adulto: los playlists, o listas de reproducción. ¿Quién no recuerda, o ha visto la clásica escenas de los cassettes personalizados que regalan a la amada, o que acompañan la fiesta o el vieje en carretera? Bueno, pues así fue como nacieron los playlists, gracias a los cassettes grabables y regrabables en que podíamos poner nuestras canciones favoritas en el orden que quisiéramos, mezclando artistas e incluso estilos.

Esta moda continuó con los discos compactos grabables, y los dvd's, y luego llegaron los servicios de streaming con algoritmos que nos sugieren y crean playlists personalizados de acuerdo a nuestros gustos y preferencias musicales. Hasta aquí, digamos que todo va bien, al menos aparentemente.

El problema surge cuando ante le excesiva oferta musical, estas playlists se vuelven guías, referentes prácticos para escuchar canciones del estilo que nos gusta, ahorrándonos el tiempo que llevaría escuchar las decenas o cientos de discos necesarios para crearlas. ¿Por qué es esto un problema? Pues porque hemos dejado de escuchar discos y ahora solo escuchamos playlists, y eso no nos permite involucrarnos a profundidad con el trabajos de los creadores, solo nos permite conocer una pequeña parte de su repertorio y su propuesta.

Son muchos los artistas que piensan así y se oponen por ello al streaming (aunque al final prácticamente todos se han visto forzados a dar su brazo a torcer) ya que un disco es más que el sencillo que viene en este para fines de promoción, el disco es en sí mismo una obra, y debe escucharse y apreciarse como tal.

Por ejemplo, el clásico "The dark side of the moon" de Pink Floyd es una joya si la vemos como un todo, ya que cada canción contribuye al todo que es el disco, pero algunos de sus temas, si los escuchamos de manera aislada pierden mucho. Lo mismo podemos decir de "The Wall", del mismo Pink Floyd, o el " Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" de los Beatles, por citar un par de ejemplos más, pero si hiciéramos una lista de discos reconocidos que pueden caer en esta misma situación, la lista sería realmente larga.

Las playlists, si bien nos pueden permitir conocer propuestas nuevas, en la realidad limitan en mucho a los artistas, ya que solo entran en ellas temas con ciertas características deseables, como su duración y rasgos fácilmente clasificables y reconocibles por el algorittmo, lo que los orilla a dar preferencia a la producción de temas con estas características, dejando de lado otros temas de gran calidad pero que no son material susceptible de ser lanzado como un sencillo.

Hay artistas que incluso ya no sacan ediciones físicas de su material, y si lo hacen los venden como ediciones especiales. Hay artistas que cada vez que tienen un tema nuevo lo suben a Spotify, y ya ni siquiera piensan en discos, lo que es una verdadera lástima. Recientemente Tool sacó su último material, y el primer tema de este que dieron a conocer causo respuestas encontradas precisamente porque al no ser parte del todo, que es el disco, pierde mucha fuerza, pero como parte de este tiene mucho más sentido y relevancia.

Este disco es una anomalía, y si las cosas siguen como van, no sería raro que el concepto del disco o lp, este iniciando un proceso de extinción irreversible, consecuencia natural de una adaptación de la producción musical a la demandas del mercado, lo que sería una verdadera pena.

Mientras esto sucede, los invito a rebelarse y escuchar discos completos, no solo sencillos, ya verán que se llevarán más una sorpresa y tendrán una visión más clara de la calidad o falta de calidad de sus artistas favoritos, antes de que sea demasiado tarde para hacerlo.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.