En Venezuela siempre habrá esperanza, pero poco a poco nos hemos fragmentado, ya sea por política, religión, color de piel... Lo que antes era tan común en nosotros, era que no importaba la situación, siempre eramos solidarios, ahora cada quien ve por sí y no le importa lo que pase a nuestro al rededor. Cuando olvidemos nuestras diferencias y entendamos que ante todo somos un mismo país, las cosas comenzaran a mejorar.

Son más las cosas que nos unen, es una misma gente que ríe y que llora, es un mismo corazón, el corazón de Venezuela, si no nos unimos para salir adelante nada va a cambiar, en vez de gritarle a tu vecino por tener otras creencias, siéntate y conversa, den su punto de vista, no está mal tener diferentes ideologías, ante todo se debe respetar al prójimo, así como uno quisiera que lo respetaran, en vez de poner cara de asco cuando se te acerca una persona en la calle pidiendo un pedazo de pan, trata de entender que si lo hace es porque se ve en la necesidad de hacerlo, tu podrías pasar por esa situación en algún momento, ser humilde no te hará menos.

Muchos pedimos un cambio pero, si nosotros no cambiamos ese proceder tan bajo al que nos acostumbramos, ¿cómo vamos a pretender que los demás si cambien?

El cambio no vendrá de la noche a la mañana, el cambio viene poco a poco, Venezuela no es unos si y otros no, Venezuela SOMOS TODOS.