"PRIMER CONCURSO DE RELATOS EROTICOS PAPIKIWI 07/01/2018"| Ven, que te deseo

Atrás quedaron los complejos, atrás quedaron las luces apagadas, las persianas cerradas, el sexo monótono y el voltéate para que “no me mires los rollitos.”

Ahora deseaban mirarse el uno al otro, amándose, besándose, acariciándose y sintiéndose.

Cada encuentro de Sofía y Thiago, era más apasionado, más ardiente, más profundo; era una sinfonía que iba aumentando el ritmo.

Podían estar tranquilos en el sofá abrazados, viendo una película y medio se rozaban, una llama se encendía en el cuerpo de ambos, ¡realmente eran una pareja muy ardiente!

¡Imagínense! Que ya habían bautizado de amor, cada lugar del lujoso apartamento, la habitación, la sala, el balcón, la bañera con espuma y hasta sin espuma, y solo les faltaba un lugar: ¡La Cocina!

Un día, Sofía estando en el trabajo, un poco desocupada y extasiada de deseo, se le ocurre la brillante idea y manda un mensaje al móvil de Thiago diciendo: —Mi Thi, te espero en la cocina, a las 5pm, no aguanto las ganas de estar contigo, muchas cosas pasan por mi mente y quiero cumplirlas hoy. ¡Intenta no llegar tarde! —

Thiago, en las próximas horas, no dejó de ver el reloj, solo imaginarse, una pequeña excitación se le asomaba, sintiendo un poco de vergüenza, porque estaba en la oficina, rápidamente se inmutó y concentró en atender sus labores, porque si seguía pensando en Sofía y sus ocurrencias ardientes, no iba a poder controlarse.

Las horas pasaban lento, parecía que el tiempo se detenía, ante tantos deseos de Thiago de llegar a casa; y para colmo se encontró con mucho tráfico, por un accidente en la autopista, aprovechando la oportunidad para perderse en su imaginación junto a Sofía.

A las 5:45pm, Thiago emocionado llega al apartamento, deja su chaqueta y maletín en el sofá, se desabrocha la corbata y se dirige a la cocina con una sonrisa maliciosa dibujada en su rostro.

Su mirada encuentra a Sofía de espalda, con un mini vestido rojo casi transparente, que explotaba su figura, su cabello suelto y destilando el aroma de su perfume favorito.

Enseguida, Thiago la abraza y Sofía muy audaz, menea sus muslos lentamente sobre su miembro; Thiago la acaricia por encima del vestido y se sorprende que no encuentra obstáculo alguno, (puesto que Sofía no lleva panties), y de un solo tirón, le sube el vestido y la empuja a la encimadera.

En ese instante, sólo se escuchaba el sonido de sus respiraciones agitadas, el sonido que hacían al desvestirse entre sí y el fondo de una música suave, muy acertada para el momento.

La imaginación, no tuvo límites para esta pareja, dieron entrada a la locura, de amarse, de sentirse, de explorar cosas nuevas y así llegaron al “Food Play” combinando frutas, dulces, chocolates, hortalizas, crema batida, helado y todo lo que encontraron en la cocina fueron instrumento para su pasión.

Pronto, llegaron las caricias acarameladas, los gemidos, las penetraciones profundas e intensas, que los proclamaban dioses del kama-sutra.