2do Concurso de Cuentonimios Navideños

Juan y María eran una pareja con una hermosa familia. Tenían ocho hijos: cuatro hembras y cuatro varones, a los cuales amaban profundamente.

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En época de navidad solían compartir en familia, se reunían y preparaban suculentas comidas, compraban regalos a sus hijos y los colocaban debajo de sus camas el día de noche buena. Los niños despertaban ese día con alegría ante la idea de encontrarse regalos debajo de sus camas. No eran obsequios costosos, ya que era difícil obtener dinero para una familia tan numerosa, pero de igual manera, los hijos de Juan y María agradecían a sus padres por sus humildes regalos.

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Con el tiempo, la familia de Juan y María creció, llegaron sus nietos y esto fue motivo de gran felicidad. ¡En adelante, la celebración de la navidad fue mayor y más hermosa, con la casa llena de niños! Adornaban su casa con pesebre, árbol y guirnaldas. ¡Ahora los regalos no se colocaban debajo de la cama, sino en el pesebre o en aquel hermoso árbol!

En la noche de año nuevo, Juan y María se sentaban a la mesa junto a sus hijos y nietos, unidos en una gran cena de navidad...Allí, Juan tenía la tradición de pronunciar un emotivo discurso y luego se procedía a degustar la comida, a cantar y a disfrutar de la noche.

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Años más tarde, lamentablemente Juan y María tuvieron que partir de este mundo y en estos días ya no comparten la cena de navidad con su familia. Sin embargo, sus hijos y nietos, en honor a sus padres y abuelos, celebran con alegría la navidad; y aunque Juan ya no esté para dar su hermoso discurso, su nieto más pequeño lo hace ¡ante la mirada atónita de todos! Es igual de emotivo, pues a todos les parece escuchar las voces de Juan y María diciendo: "aunque muertos, de sus lados no nos hemos ido..."

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